La exposición del Presidente los lunes en el Palacio Nacional, LA Semanal, movió en sus primeras entregas a lecturas interesadas por la particular línea gráfica con el determinante en mayúscula, que no pocos dudaron en identificarlo como una intención de fijar en la mente de la audiencia el nombre Luis Abinader.
Andando el tiempo ha pasado a ser una fuente importante de informaciones para los medios modernos y los tradicionales, así como para llevar al conocimiento del mandatario asuntos que de otra manera pudieran pasar desapercibidos.
Pero también…
Pasadas las primeras entregas de esta iniciativa que tal vez tiene su antecedente o fuente de inspiración en “La Mañanera” —una presencia diaria por cierto— del presidente Andrés Manuel López Obrador, el mexicano, la cita con el presidente Abinader ha dado origen a la creatividad de los interesados en ver cara a cara a funcionarios que de otra manera se hacen invisibles, no cogen el teléfono o, definitivamente, tienen demasiado trabajo.
Antes y después
El “cabildeo” se abre campo a veces antes y en ocasiones después de la presentación del Presidente ante los periodistas.
De alguna manera o por alguna vía se enteran de quiénes van a estar presentes acompañando al mandatario y allí, o en los pasillos, son entregadas, cartas, papelitos o se tratan directamente los asuntos de los interesados. No sólo para exponer, también para canalizar intereses sirve La Semanal.