La salud mental

La salud mental

La salud mental

A pesar del bajón de esta semana, todavía al período navideño le queda bastante con los festejos de todo este fin de semana por el Año Nuevo y los Santos Reyes de la semana que viene.

Desde el punto de vista del esparcimiento estamos a mitad de camino. Desde el bolsillo para algunos puede haber llegado el final de la fiesta.

La disquisición precedente tiene por objeto mostrar que se trata de un período bastante extendido.
El objeto del comentario en su conjunto es otro. Nos interesa de manera particular la rara concurrencia de gente que derrocha alegría y comparte su felicidad, con otros que se vuelven ensimismados o claramente depresivos.

Y en este contraste se origina una pregunta: ¿vivimos un período del año en el que sólo debemos cuidarnos de los excesos en las comidas y las bebidas alcohólicas, o se trata también de un particular lapso para la atención de manifestaciones mentales o anímicas extremas?

Cuando se acercan las fiestas de diciembre ponemos bastante atención en los asuntos de seguridad, requerimos de Interior y Policía, de la Policía misma, cuáles son sus planes para evitar el desmadre de la delincuencia.
Pero pocos nos detenemos a ver que también es un período para la atención de la salud, especialmente de la que tiene que ver con los juicios apropiados.

Si se mira con cuidado se puede advertir que alguna gente se vuelve depresiva, asume resoluciones extremas y a veces esto viene a concluir en desgracias personales, familiares o comunitarias.

Salud Pública tiene bastante con la responsabilidad de recordarnos a diario que debemos de hacer algo por mantenernos sanos, pero también parece necesario que motive prevenciones sobre la salud mental.
La gente a veces deja indicios de que no anda bien del coco y pocas veces nos damos cuenta. En San José de Ocoa hubo una lamentable prueba de ello.



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