Cuando una persona pierde la salud queda disminuida para la realización de sus asuntos personales y sus deberes en la comunidad, un hecho perjudicial para el individuo y la sociedad.
En términos llanos, estar enfermo es tener una dolencia o verse imposibilitado del ejercicio de una facultad. Esta es una definición quizás acomodada a los fines de este comentario, carente de pretensión y de rigor, pero útil.
Ello a propósito de dos referencias notables a las enfermedades mentales ocurridas en un mismo día, una procedente del Ministerio de Salud y la otra del invitado del pasado miércoles en el almuerzo semanal de los medios de comunicación del Grupo Corripio, el siquiatra y ensayista José Miguel Gómez.
De acuerdo con información publicada en su edición de este jueves por el periódico Hoy, el 60 % de las llamadas atendidas por el Centro de Contacto Cuida tu Salud Mental, del referido ministerio, se ha tratado de personas con alta presión, ansiedad, insomnio y agotamiento, de las que afirma pueden ser complicaciones de enfermedad mental.
Inaugurado a mediados de marzo pasado, el centro de contacto es promovido como una opción para el auxilio telefónico al que se puede recurrir desde cualquier parte del país.
Y a propósito de salud mental, Gómez dijo que en las consultas ha habido una triplicación de las atenciones por esta causa, particularmente luego de la pandemia por el covid. “Los problemas de salud mental se han agravado”, afirmó el siquiatra.
Pero también dijo que se ha producido un incremento de suicidios en jóvenes en edad productiva, en hombres mayores de 65 años y en mujeres, y esto también concierne a la salud mental.
Con información a la vista procedente de dos fuentes acreditadas, una por su origen en el ministerio responsable y la otra por la práctica de un profesional de la siquiatría, se impone la determinación de las causas por parte de Salud Pública.
No hay otra vía para enfrentarlas con efectividad.