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La reunión mostró el triunfo final de Bosch sobre Balaguer

Miguel Febles Por Miguel Febles
Miguel Febles
📷 Miguel Febles

¿Qué tenía el presidente Luis Abinader para informarles a los tres expresidentes que lo acompañaron ayer a una conversación en el Ministerio de Defensa? Por lo visto, información en dos partes, una que podía oírla todo mundo y otra sólo para los oídos de sus invitados.

De este encuentro, como consecuencia, valen dos cosas: las fotografías y las transmisiones. Estas últimas por la televisión, las redes sociales, los grupos y, en fin, la Internet en general.

Se trató de una reunión inusual en la política dominicana, con un Presidente en ejercicio y tres expresidentes activos en la política partidista, lo que implica competencia de intereses.

Y de allí lo interesante, porque si es cierto, como dicen desde las ciencias sociales, que las percepciones pueden llegar a ser importantes en la determinación del comportamiento de las masas, lo perceptible en primera instancia es el interés nacional invocado por el presidente Abinader cuando invitó.

Se puede suponer, desde luego, que entre estos altos dirigentes de la política dominicana puede haber llamadas telefónicas, y hasta una conferencia entre los cuatro por este medio, pero esto no se ve ni queda de ello una imagen pública que pueda ser invocada.

Pero también son posibles otras lecturas, como la de que no hay diferencias más que partidarias entre los cuatro reunidos para hablar, inicialmente y todos podemos presumirlo, de Haití y lo que representa para el presente y el futuro dominicano; otra, que la política dominicana al más alto nivel está formada por los herederos de Juan Bosch, el político socialdemócrata llegado al país en 1961 como líder del Partido Revolucionario Dominicano y que en poco tiempo pasó a estar a la izquierda del espectro y desde esta posición moldeó una corriente fragmentada, pero que hoy día es dueña y señora; también se puede leer de la imagen de este encuentro, que cuando se confió en las manos de Joaquín Balaguer la derecha política tuvo en él un líder efectivo, dominante, pero estéril; y por último, que el Presidente marca el paso, le sigue Leonel, Danilo e Hipólito, en ese orden, y posiblemente igual en términos electorales.

Uno por uno, a los cuatro que caminaban rumbo al salón de la reunión —Luis Abinader, Leonel Fernández, Danilo Medina e Hipólito Mejía— se les puede vincular directamente, como en el caso del segundo y tercero, e indirectamente en el caso del primero y el último, con Bosch.

¿Por qué Balaguer no dejó una descendencia política efectiva en la vida dominicana? No puedo dar una respuesta, no la tengo. El autoritarismo no es suficiente, porque Bosch también lo era.

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Miguel Febles

Periodista. Editor en jefe.

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