Cada vez que llega un Gobierno siempre se hace la primera promesa: el desarrollo de la Región Sur.
Se tejen diferentes propuestas y al paso de los años todo queda en el aire o, lo que es igual, como que nada se ha dicho o planteado. La verdad del caso es que las provincias de la región cuentan con todos los atractivos para captar las inversiones en diferentes proyectos.
El Gobierno debe mirar hacia las empobrecidas zonas de la región fronteriza.
Al paso de los años los habitantes han tenido que emigrar por falta de oportunidades o para evitar que sus familias se mueran de hambre, ya que se han desplazado hacia ciudades más prósperas en busca de mayores sustentos económicos.
A los hechos…
Una de las medidas muy aplaudidas del presidente Luis Abinader fue que su administración impulsará acciones para el desarrollo de Pedernales y otros lugares del sur profundo, como se dice.
Sin embargo, ningún proyecto puede materializarse al margen de sus habitantes y sin la mirada puesta en el fomento de oportunidades para los jóvenes.
Barahona, Independencia, Pedernales y Bahoruco, como otras zonas, están adornados de sus propios atractivos y necesitan de la gestión seria de parte del Estado y la incursión de inversionistas comprometidos con su desarrollo pleno.
¿Y para cuándo?
En la región sur, principalmente en Pedernales, se necesita de los servicios vitales, como agua, energía y empleos. No solo la construcción de hoteles y edificios.
