*Por J. Alexander Pérez
El presidente Luis Abinader arribará a su primer año de gestión el próximo 16 de agosto, para entonces ya los partidos de la oposición habrán dejado atrás la tradicional tregua que se le ofrecen a quienes asumen al Solio Presidencial por primera vez, pero al mismo tiempo se comienza a definir quienes encabezarán las boletas de los partidos con miras al torneo electoral del 2024.
Se da como un hecho que el gobernante buscará una re postulación al cargo, para lo cual ya la dirección del PRM ordenó una revisión de sus estatutos a los fines de abrirle las puertas, incluso Hipólito Mejía ha adelantado su respaldo a esa iniciativa.
En la Fuerza del Pueblo, su presidente Leonel Fernández se perfila como el seguro candidato; y en el PLD, los escándalos de corrupción en que están embarradas la mayoría de sus principales figuras, dejan al alcalde de Santiago, Abel Martínez, como favorito para encabezar la boleta morada; aunque también andan en esos aprestos Gonzalo Castillo, Francisco Domínguez y otros.
Los bochornosos hechos de corrupción en que se involucraron los familiares y colaboradores de Danilo Medina, y la voluntad política que ha mostrado el presidente Abinader para cortar de raíz cualquier viso de anomalía en su gobierno ponen este tema como fundamental en el debate de campaña.
Pero aquel viejo refrán: “mamá dile puta antes de que te diga”, se pondrá de manifiesto porque desde ya la oposición está criticando los niveles de endeudamiento en que se ha incurrido; el manejo de la crisis sanitaria y económica también saldrá a relucir; la viabilidad o no de la reforma fiscal y una probable revisión a la ley de hidrocarburos.
Este debate será interesante porque habrá una especie de evaluación de gestión de los tres contendores que han tenido el poder; Abinader está en ejercicio; Leonel por tres periodos y el PLD con los pasados 8 años de Medina.
Es decir, el pueblo tendrá la oportunidad de escuchar los postulados y criticas de cada uno de los tres grupos gobernantes, y luego evaluar quien lo hizo mejor y reprobar o pasar de curso cuando le corresponda ejercer el sufragio el último domingo del mes de mayo del 2024.
El presidente Abinader en este debate tendría dos ventajas, primero que está en el poder y segundo que podrá exhibir como trofeo su manejo de la crisis sanitaria, y dependiendo de cómo resuelva la parte económica, mostrarla, taparla o justificarse.
En términos de realizaciones podrá mostrar como éxitos los RD$5,000 millones a tasa cero al sector agropecuario; las clases online para concluir el año escolar y las obras que pueda concluir en los tres años siguientes de este periodo, que partiendo de la profundidad de la crisis económica, le será muy difícil levantar alguna infraestructura capaz de competir con las dejadas por sus competidores.
Fernández por su parte tiene el beneficio de señalar la amplia gama de reformas sociales, políticas e infraestructuras de sus gobiernos.
Pero tendrá la desventaja que el PLD podrá mostrar como suya algunas de sus obras. No obstante, la gente le relaciona con algunas de estas, como son los túneles, elevados, metro y otras.
De igual forma, Leonel Fernández perteneció al PLD hasta octubre del 2019, y fue quien puso a Danilo Medina en el Palacio Nacional, lo que significa que de algún modo será alumbrado por los relámpagos de la hipercorrupción que motorizó esa organización.
Quien tiene el peso más caro y complejo es Abel Martínez, en caso de resultar candidato, porque tendrá que cargar con todo el lastre de la administración Medina, porque en el caso de Gonzalo Castillo y Francisco Domínguez Brito fueron parte de esa jarana.
Martínez tratará de exhibir como buque insignia de su campaña la labor al frente del cabildo de Santiago, pero se trata de un beneficio muy local que le dejará un débil valor político.
Si el danilismo contra vientos y marea impone a Gonzalo Castillo como el candidato podría estar jugando hacerse “un harakiri”, porque los lazos de Abel con el leonelismo eran muy fuerte, y esto podría llevarle a romper con el danilismo y partir de ahí con una buena tajada que merme aún mas la existencia del PLD.
Mientras, que Francisco Domínguez Brito, al igual que Jean Alaín Rodríguez fue instrumento para prostituir el ministerio público
La posibilidad de una segunda vuelta en una competencia entre el presidente Luis Abinader, Leonel Fernández y Abel Martínez es muy posible, partiendo de que el PRM aún tiene fuerzas importantes para lograr un buen posicionamiento; en el caso de la FP, es un partido en construcción, pero con un candidato conocido en la sociedad se colocaría en competencia; y el PLD, si a pesar del desprestigio de su liderazgo avanza con una oferta electoral atractiva, podría obtener entre un 12 y el 15% de los votos y obligar a un balotaje.
En un escenario de segunda vuelta nada es descartable y cualquier cosa puede suceder, porque habría una competencia muy cerrada.