La raza intercontinental nació en Santo Domingo

La raza intercontinental nació en Santo Domingo

La raza intercontinental nació en Santo Domingo

Por: Hanlet Domínguez

El mestizaje que se dio en Santo Domingo a partir del 1493 es, quizás —después del cruce cultural del helenismo griego, a partir de la Muerte de Alejandro Magno 323 a. C., el cual combinó la cultura europea con la africana (en Egipto) y con la asiática—, el mayor acontecimiento que juntó, culturalmente, tres continentes.

Partiendo de la historia previa de los españoles y de los nativos americanos, podemos visualizar que, evidentemente, el encuentro que se dio en 1492-1493 fue del mestizaje a una escala más amplificada a lo que llamaremos la raza intercontinental (Europa, América y, posteriormente, África).

Al llegar los 1500 españoles en el segundo viaje de Colón en 1493 a La Isabela (en Puerto Plata), los hombres españoles viajaban, en la mayoría de los casos, sin sus mujeres, en busca de riquezas. Esto dio paso al mestizaje con las aborígenes y, seguidamente, con las africanas.

En la Isla Española (también conocida brevemente como Isla Isabela y posteriormente nombrada Isla de Santo Domingo), las mezclas raciales se habían dado con anterioridad a la llegada de los españoles con las alianzas entre pueblos nativos arahuacos procedentes del Orinoco y de Guayana: recordemos a los aborígenes taínos, macorís y ciguayos (este último grupo era un pueblo más antiguo que el de los taínos), que convivían y formaron alianzas matrimoniales entre sí en dicha isla.

Un ejemplo de las alianzas matrimoniales y de mezcla entre los nativos era el matrimonio de Anacaona con Caonabo (cacique de Maguana, del cual algunos decían que era indio del caribe), como apunta Alfredo Zayas en su libro Lexicografía antillana al mencionar que Anacaona era hermana de Bohechio Anacuchoa (cacique de Jaragua) y también hermana del Mayobanex (cacique de los ciguayos de Samaná).

El descubrimiento arqueológico realizado recientemente por Adolfo López en La Isla Española demuestra que en Samaná habitaban personas desde hace más de 4000 años y, según las pruebas de ADN estudiadas en Harvard, estas personas provienen del sur de Belice en Centroamérica.

Todo esto demuestra una transculturación y mezcla entre diferentes etnias y razas en la Isla Española.

La mezcla racial existía dentro de los propios españoles mucho antes de la fundación de Santo Domingo. Era un tema racial que llevaba siglos dándose en la península ibérica y se masificó en las tierras caribeñas.

La base fundacional de la identidad racial, genéticamente hablando, de los españoles son muchos pueblos mezclados entre sí: fenicios, romanos, árabes, judíos, visigodos germánicos, griegos, cartagineses (algunos pueblos del norte de África) y celtas.

Esto lo explica en detalle el afamado hispanista Ángel Rosenblat en su libro El mestizaje y las castas coloniales; pero también lo menciona la compañía Ancestry DNA en los estudios genéticos acerca de España.

En tal sentido, un gran porcentaje de los españoles a su llegada a América no tenía prejuicios raciales, sino prejuicios religiosos y sociales (eran un pueblo extremadamente diverso).

Los Reyes Católicos eran los promotores de los matrimonios mixtos entre españoles y aborígenes a principios del siglo XVI, lo cual se lo hicieron saber al gobernador Nicolás de Ovando (1502-1509), quien en principio los prohibió en la Isla.

La llegada de Ovando a La Española se materializó en 1502 y con él (Ovando) llegaron también los primeros negros ladinos (estaban cristianizados y habían vivido en España) al llamado Nuevo Mundo.

Con la muerte de muchos de los nativos por enfermedades y por maltrato, se permitió traer, a la Isla Española, a aborígenes de diferentes lugares del continente, en especial de las Islas Bahamas (las Lucayas).

Esta decadencia demográfica dio paso a que los españoles buscaran en otras naciones como, por ejemplo, Portugal, reino que fomentaba el comercio de esclavos, ya que España no tenía acceso a esas tierras o a mercados en África occidental.

La introducción de los esclavos africanos dio paso al último eslabón de la mezcla, ya que facilitó la unión y mestizaje de pueblos de tres continentes en la Isla Española.

Esto dio como resultado los cimientos raciales y culturales de lo que luego sería el pueblo dominicano.



El Día

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