Por Jonathan Cabrera*
“Ser y dejar ser”, es el título de la propuesta que en un documento escrito realizara el empresario Juan Vicini Lluberes. Dicho título entraña connotaciones filosóficas que van más allá del mero enunciado, tomando en cuenta que el contenido que la sustenta se basa en el reconocimiento de dos países con dos realidades, las cuales desde sus fundaciones buscaban marcar sus diferencias desde el punto de vista de sus identidad es como naciones.
El “Ser”, más que verbo, como sustantivo, busca validar la existencia no solamente de lo material, sino de lo metafísico como el elemento determinista que mueve a las sociedades agrupadas, organizadas para buscar la esencia que las defina, las diferencie, las cohesione y las norme para la convivencia social.
El hecho de que la propuesta se fundamente en un cambio de actitud hacia la frontera viene a ser una suerte de justicia histórica con la población de esta parte del territorio.
Cuando hablo de justicia desde el punto de vista histórico me refiero al hecho que desde las devastaciones de Osorio (uno de los errores políticos más funestos de nuestra historia) se provocó una suerte de designio marcado por el olvido y el desinterés de la zona fronteriza.
La trazaraya creada por el gobernador Osorio concentró a la población y a las actividades económicas en los territorios más al Este de la isla. El censo del 1606 demostraba cómo en la banda del norte y la zona fronteriza se encontraban apenas algunos profesionales, tomando en cuenta que profesional para entonces era un albañil, un herrero o un carpintero.
Al día de hoy, según datos del Ministerio de Planificación, Economía y Desarrollo del año 2010, el Índice de Calidad de Vida (ICV) en las regiones Noroeste, El Valle, y Enriquillo se encontraba entre el 57% y el 61%. Lo mismo sucede en el porcentaje de hogares pobres de estas regiones que ronda el 60% o más como promedio. Y si se desagregan los datos peor serían los resultados.
Destaco la importancia de su propuesta y sus pronunciamientos tomando como referencia el panorama anterior,porque están planteadas en términos prospectivos y no de coyuntura como lo fueron las malas prácticas en los campos cañeros. Y porque provienen de un miembro importante de una de las familias que ya son parte de la historia del desarrollo del país, sumando que es uno de los grupos económicos más sólidos del Caribe; pero lo más relevante: es un joven de menos de 40 años. Es decir, de la generación del 70 en la que yo me inscribo.
Una generación que debe convenir en la fractura con las prácticas del pasado e iniciar el diálogo, el debate democrático y propuestas para el desarrollo del país que superen los tabúes y la falta de audacia que han tenido las élites que nos han gobernado. Una élite que en su mayoría tiene origen europeo. Si alguien aludiera la juventud como falta de experiencia, basta decir que la independencia fue obra de unos jóvenes.
En el prólogo de la obra completa de Don Américo Lugo, Juan Isidro Jiménez Grullón afirmaba que Don Américo había escrito el tratado jurídico para la creación de un Estado Liberal y que los empresarios de la época lo entendían pero no lo apoyarían porque eran de origen extranjero y las reformas suponían un peligro para sus negocios en la época.
Los planteamientos que expone el señor Vicini Lluberes son de un dominicano que muestra preocupación por el devenir del país. Se fundamentan en datos e informaciones del hoy, para proponer en términos prospectivos lassoluciones.
Aborda el tema de la frontera, que desde los inicios de la República ha sido espinoso, sobre todo porque gran parte de la historia dominicana, que en principio fue escrita por conservadores, buscaba defender el legado hispanista en las costumbres hasta en la estructura del Estado.
Sin embargo, desde los años 70 un grupo de historiadores han defendido el legado africano en nuestras simientes.
El análisis ha sido hecho con el debido cuidado, sin ofender a los conservadores, que tienen una postura sobre ésta, ni a los liberales, que tienen la suya; los invita a mirar la realidad de la isla a partir de algunos elementos malthusianos que nos golpean en la cara y que van más allá de las ideologías respecto al desafío que implica presión demográfica para ambos lados de la isla.
La presión demográfica creciente no solo ejerce un efecto directo en la necesidad de la producción y generación de energíapara el desarrollo y crecimiento del aparato productivo en ambos lados de la frontera, sino, y esto agrego yo, que en esta zona limítrofe de Haití y República Dominicana recibiría una carga medioambiental por el uso de masa vegetal para cocción de alimentos.
Otro aspecto que resalta tomando como base la presión demográfica que tendrá la isla en las próximas dos décadas es la demanda de empleo y la creación de oportunidades, que con la alta concentración humana en las zonas urbanas de las ciudades más al Este de la República Dominicana, el empleo se convertiría en un recurso escaso que impediríamejorar la calidad de vida y garantizar la movilidad social. De ahí la importancia que reviste la frontera en la descongestión de los centros urbanos,que son objeto de inmigración por excelencia.
El llamado que hace Vicini Lluveres al desarrollo comercial fronterizo, mediante la co-inversión con una línea clara del modelo de negocios o empresas, para impulsar mejoras y frenar los flujos migratorios hacia el Este, es una propuesta a tomar en consideración, aunque pueda chocar con algunas asociaciones empresariales y grupos empresariales.
De igual modo, el fomento de la cooperación como motor productivo y de empoderamiento de las comunidades apartadas es interesante porque pone al individuo como eje de la política pública y constructor de su propio destino.
La familia, como núcleo básico de la economía en esas zonas, la asume como la base de la prosperidad. Son muchos los estudios que reflejan que la integración de la mujer al aparato productivo mejora considerablemente la calidad de vida del núcleo familiar y disminuye la pobreza.Todo esto prestando la debida inversión en salud e infraestructuras y por supuesto las garantías a la libre empresa, la inversión y reinversión en el largo plazo.
Todas estas propuestas nos revelan a un empresario liberal que entiende el mundo de hoy, que se atreve a poner temas para el debate sin menoscabo de las ideologías, alejado de los extremistas, en fin,que busca que cuando volvamos a leer “Cartas a Evelina” del Dr. Moscoso Puello, en 25 años por fin hayamos avanzado.
*El Autor es presidente de Newpartners consultores