Los senadores de las provincias fronterizas tienen su punto de vista acerca de la convivencia con la vecindad de los haitianos, las vías para ayudar desde este lado —y desde el plano internacional— y acerca de lo que se necesita para que los dominicanos que viven en aquella parte del país jueguen el papel que se espera de ellos.
El senador por Pedernales, señor Dionis Sánchez, mantiene la idea de que tal vez lo más oportuno es un muro industrial a lo largo de la línea divisoria.
Por lo visto esta idea del señor Sánchez tiene una base práctica en Dajabón. De acuerdo con el senador de esta provincia, el señor David Sosa, hay allí en Codevi una muestra en solitario de lo que propone el de Pedernales para toda la frontera.
Codevi es una experiencia interesante. Opera bajo la sombra de la ley estadounidense Hope, que levanta las barreras para que Haití y los Estados Unidos de América puedan realizar intercambios comerciales libres, sin pagar derechos de aduanas en ningún lugar.
Cuenta con 18,000 empleos, de los cuales 16,000 son de haitianos, 2,000 de dominicanos y otros 6,000 son empleos directos en República Dominicana por la cadena de suministro.
Visto de esta manera, no es descabellada la idea de tender un muro industrial que permita a los haitianos trabajar en una empresa instalada en la frontera y vivir en su país, un hecho que, sin duda, generaría una transformación importante en las comunidades del oriente haitiano. Juana Méndez, la población de Haití junto a Dajabón, se ha beneficiado de manera significativa.
Planteada de esta manera, la petición que se les hace a las grandes naciones de occidente para que intervengan en la vida haitiana adquiere una forma constructiva, no militar.
República Dominicana estaría aportando administradores y acaso técnicos especializados mientras los haitianos aprenden.
