SANTIAGO.-La presión “grupal” que impera en las Águilas Cibaeñas fue determinante para concluir el acuerdo laboral con el dirigente boricua Lino Rivera.

Una fuente ligada a Rivera dijo que esa presión, que está más arriba del gerente general Manny Acta, viene desde el año pasado, cuando Lino por profesionalismo la soportó, pero que este año rebosó la copa.

“El año pasado Lino se quedó porque recibió el apoyo de Manny Acta, pero este año consideró injusto que por el mal momento que pasa el equipo lo quieran crucificar, luego de darle el campeonato anterior”, dijo la fuente.
Añadió que Lino ha superado muchos problemas personales, como fue el fallecimiento de seres muy queridos, y no era para volver a transitar por el mismo camino de la temporada pasada.

“Con uno de los regalos más importantes en mi vida y mi carrera y con la llegada de mis hijos Rey Julián y Oscar Onil a Santiago me despido de las Águilas Cibaeñas, lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo”, escribió en su cuenta de Instagram junto con una foto del anillo de campeón el año pasado.

La decisión de Rivera llega en momentos en que las Águilas atraviesan por una racha de cuatro derrotas, incluyendo la del pasado domingo frente a sus archirrivales Tigres del Licey 10-7. Con esa derrota las Águilas cayeron al cuarto lugar, igualados a los azules, con 14-15, aunque a dos juegos de la primera posición que ocupan las Estrellas Orientales.

Rivera es el único dirigente en llevar al Licey y a las Águilas a la serie final. Perdió con el Licey en 2015-16 y ganó con las Águilas.

Algo más

— Sorpresivo
La salida de Rivera causó gran sorpresa, debido a que aunque las Águilas están en una mala racha y cayeron en la cuarta posición se mantienen en la pelea del torneo, que está muy apretado.