Todavía el Gobierno no ha anunciado los pasos que se darán desde la administración pública para llevar al pueblo dominicano, con pasos medidos, de vuelta a la normalidad y ya desde las parcelas partidistas se calientan los cañones como en los tiempos de la montonera.
Un día de estos va a suceder, tal vez no muy lejano, y entonces los activistas se desfogarán a sus anchas. Si a alguien le cabe la duda, que eche una ojeada a la jura de las nuevas autoridades municipales y verá cómo todo ha empezado a moverse al calor de lo que suele ser común y corriente entre nosotros.
Unas acciones bastantes pintorescas de nuevos titulares de alcaldías han demostrado que la cuarentena también puede ser instrumento de campaña política, y de qué manera.
Peregrinos
Todavía la acción de un pretendido “peregrino” alborota a la opinión pública desde Puerto Plata, cuando otro tomaba su cruz en la Capital con la esperanza de llevar hasta el Congreso Nacional el apoyo divino.
Este no ha corrido la suerte de aquel al que imitaba y en poco tiempo ha ido a dar a un destacamento policial. El pasmo, con tiempo, tiene remedio.