En los dos últimos años la Policía Nacional ha mejorado su imagen frente a la población, según refleja el estudio Barómetro de las Américas realizado con los auspicios de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), pero todavía le falta mucho por recorrer.
La legitimidad frente a la población de esa institución subió de 37 por ciento en 2006 a un 46.7 en 2008, lo que indica un importante avance, quizás explicado en los esfuerzos por modernizar el cuerpo del orden y acercarlo más a los ciudadanos.
Se trata de una señal de aliento a los esfuerzos por mejorar, que sin embargo deja muy claro que aún falta un largo trecho por recorrer, aunque reconoce que se avanza. Como se puede observar, todavía la Policía Nacional está por debajo del 50 por ciento del reconocimiento y en ese renglón apenas supera a los partidos políticos, que tienen un nivel de confianza de apenas un 35 por ciento.
Eso indica que aún se le reclaman mayores avances y eso se logrará en la medida que se castigue a los agentes policiales que se dediquen a delinquir y que se reconozca justamente a los que asumen a cabalidad su responsabilidad de cumplir con su deber.
Pero el Gobierno en sentido general y la misma sociedad también tienen un compromiso con los hombres dedicados a salvaguardar el orden público. Una mejor policía debe ser correspondida con mejor remuneración, mayor seguridad social y respuestas adecuadas para los familiares de los agentes inhabilitados por cumplir con su deber.
Se ha avanzado, pero aún falta mucho.