
Santo Domingo.- La pobreza monetaria continúa afectando de forma desigual a la población, impactando con mayor intensidad a quienes viven en zonas rurales frente a quienes residen en áreas urbanas.
Esta brecha estructural se mantuvo en el segundo trimestre de 2025, a pesar de una reducción general en los niveles de pobreza, según un informe del Ministerio de Hacienda y Economía.
Explica que durante el período abril-junio de 2025, la tasa de pobreza monetaria en la zona urbana se redujo considerablemente en 2.90 puntos porcentuales, en comparación con el mismo trimestre de 2024, situándose en 15.86%.
En contraste, apunta que la pobreza en la zona rural mostró un aumento de 0.85 puntos porcentuales, alcanzando el 21.03%.
A nivel nacional, destaca que la tasa de pobreza monetaria se ubicó en 16.65%, lo que representa una reducción de 2.33 puntos porcentuales frente al mismo trimestre del año anterior, cuando se registró un nivel de 18.99 %.
Estos datos establece que esta disminución fue más pronunciada que la observada en el primer trimestre del presente año; sin embargo, se evidencia una desaceleración en el ritmo de reducción con respecto al mismo período de los dos años anteriores.
En cuanto a la evolución de la pobreza por sexo, subraya que se observó una disminución tanto en hombres como en mujeres.
No obstante, la reducción fue desigual, ya que en los hombres, la tasa cayó en 2.63 puntos porcentuales, mientras que en las mujeres disminuyó en 2.03 puntos porcentuales.
De esta manera, el boletín aclara que la pobreza monetaria se ubicó en 15.32 % para los hombres y en 17.93 % para las mujeres.
Asimismo, añade que la brecha de incidencia entre ambos sexos fue de 2.61 puntos porcentuales, incrementándose en 0.60 puntos porcentuales respecto al mismo período de 2024 (2.01 puntos porcentuales).
Factor que incide en la reducción
El boletín, además, resalta que la reducción interanual de la pobreza monetaria en el segundo trimestre de 2025 fue impulsada principalmente por el aumento de los ingresos de los hogares, que contribuyó con una disminución de 3.90 puntos porcentuales al elevar el ingreso promedio.
Sin embargo, añade que este efecto positivo fue parcialmente contrarrestado por la inflación, que incrementó la pobreza en 1.42 puntos porcentuales, al reducir el poder adquisitivo de los hogares más vulnerables, y por un deterioro en la distribución del ingreso, que sumó 0.15 puntos porcentuales debido al aumento de la desigualdad relativa.