SANTO DOMINGO.-Su presencia en las costas pasa desapercibida en la mayoría de las ocasiones, dadas sus características transparentes y blandas, no así sus picaduras que a cualquiera ponen “con los nervios de punta”.
En el vocablo popular se les conoce como ‘aguas vivas”, pero se trata de las medusas, animales invertebrados acuáticos pertenecientes al filo Cnidaria que incluyen las anemonas, corales y medusas, esta última famosa por las picaduras que provocan a bañistas en las playas, dejándolos sin explicación.
Solo cuando atacan de forma muy urticante, las víctimas se ven obligadas a buscar ayuda médica y se interesan por su origen, como es el caso de lo sucedió en La Caleta de Boca Chica, donde un grupo de jóvenes tuvieron fuertes reacciones en la piel.
No todas las medusas producen una picada altamente dolorosa, esto varía por la especie.
“Las medusas son invertebrados simples, no tienen cerebro y solo una clase tiene ojos (Clase Cubozoa), y los tentáculos contienen veneno que les sirven para paralizar a las presas, pues no son buenas nadadoras”, explico la bióloga marina Rebecca García Camps, del Proyecto de Biodiversidad Costera y Turismo (BCyT) y el Ministerio de Medio Ambiente.
Particularidad
Su rol ambiental es fungir de control biológico, pues se alimentan de larvas, plancton, crustáceos, peces pequeños y otras medusas; mientras las tortugas tinglar se nutren de ellas, por ser su comida favorita, igual hay un molusco pequeñito llamado dragón azul (Glaucus atlanticus) que también comen aguas vivas e incorporan esas células con venenos en sus tejidos y dan una picada mucho más fuerte que las fragatas portuguesas (Physalia physalis), según García Camps.
“Las aguas vivas” habitan en distintos lugares, algunas en áreas pocos profundas, y entre ellas figuran la medusa invertida (Cassiopea spp.) que se encuentra en manglares y praderas marinas, en Boca Chica ya son conocidas y las confunden con anemonas; la medusa luna (Aurelia aurita) que tiene cuatro marcas rosada que parece una flor, se encuentra en aguas abiertas y debido a la corriente puede presentarse en grandes números cerca de la costa y las fragatas portuguesas (Physalia physalis), que no es una verdadera medusa.
En los océanos hay unas 2,000 especies de aguas vivas, pero pueden haber más aún no s descubiertas, unas más peligrosas que otras.
Recomendación
—La picadera
Si alguien es víctima de la picadura de aguas vivas, la bióloga insta echarse agua caliente, que ayuda a inhibir el veneno y alivia, y en caso de reacciones alérgicas, pedir auxilios y dirigirse al centro médico más cercano.