Como líder del principal partido de la oposición, el expresidente Danilo Medina acuña bien el discurso de que los peledeístas tienen la oportunidad de retornar al poder, aunque las coyunturas actuales les sean adversas ante la implicación de expedientes por supuestos actos de corrupción.
El rejuego del presidente del Partido de la Liberación Dominicana se justifica ante el impacto inmediato que representan los niveles de la inflación y algunos errores atribuidos al Gobierno por la falta de experiencia en el ejercicio público, por cuya razón el exjefe del Estado prevé que su organización podría canalizar lo que se entiende serían las frustraciones de la población.
Los peledeístas trabajan por la reagrupación interna y en su proceso de elección de una figura fresca e incuestionable para levantarla como el candidato presidencial, lo que dependerá mucho sobre el equilibrio que muestre el liderazgo hacia los aspirantes y no haya ninguna inclinación que lesione la unidad partidaria.
Medina se cobija en el hecho de la experiencia de 20 años del PLD en el poder y en acontecimientos que podrían acarrear algunas medidas que deberán adoptar el Gobierno y el PRM ante factores económicos que repercutirán directamente en la población. Seis aspirantes presidenciales buscarán llenar estas expectativas.