
SANTO DOMINGO.-Tony Peña no está seguro de lo que hubiera sido de su vida de no haber encontrado la oportunidad de jugar la pelota profesional en los Estados Unidos.
Tal vez un ingeniero, peón en una plantación de guineos en la Línea Noroeste; con suerte, profesor o soldado; pero la firma para el beisbol organizado en 1975 le cambió la vida.
César Gerónimo (Cesarín), estudiaba en el seminario Santo Tomás de Aquino con la aspiración de ser sacerdote. Salió de allí y terminaba el bachillerato en su pueblo, Santa Cruz de El Seibo, y todavía, más de 50 años después, no sabe lo que hubiera sido de su vida de no haber sido firmado para jugar en el besibol organizado de los Estados Unidos. Le gustaba la literatura y escribía poemas. Tal vez escritor.
