Viena.- El expresidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) Rafael Ramírez considera que la OPEP y sus aliados deberían, en la reunión de esta semana, abrir los grifos más de lo previsto para frenar la escalada de los precios del crudo, de forma que el barril no supere los 80 dólares.
En declaraciones telemáticas, Ramírez, quien durante años encabezó la delegación de Caracas ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), opinó que el valor del “oro negro” debe mantenerse en una franja de oscilación “de entre 70 y 80 dólares” por barril.
Este ingeniero que fue ministro de Petróleo entre 2002 y 2013, bajo el Gobierno del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, admitió desde Roma que no sabe cuál será el resultado de la próxima conferencia ministerial que la OPEP tiene previsto celebrar el próximo jueves con Rusia y otros productores independientes aliados.
La actual crisis en el sector energético, con un encarecimiento inédito del gas este año, es una “muestra clara” de que “las economías industrializadas van a depender todavía por mucho más tiempo de los hidrocarburos, planteó Ramírez, quien coincidió con el secretario general de la OPEP, quien advirtió de un creciente riesgo de problemas futuros de suministro del crudo.
Suministro del crudo
— Posición
La OPEP debe pensar desde el punto de vista estratégico cómo seguir fortaleciendo la posición de los hidrocarburos en toda la cadena de suministros energéticos para el mundo, de acuerdo a Rafael Ramírez.