Ginebra.- La ONU anunció hoy que ha creado un fondo especial para mantener a flote la economía de Afganistán y generar actividades que permitan que las familias tengan algún ingreso propio, un esfuerzo que se realizará de forma paralela a los programas de ayuda humanitaria.

El sistema financiero afgano está casi paralizado, la moneda nacional (el afgani) prácticamente ha dejado de circular y sin medidas de apoyo rápidas se estima que el 97 % de la población estará en situación de pobreza entre inicios y mediados de 2022.

Este fondo empezará a funcionar con 50 millones de dólares que Alemania acaba de ofrecer, dijo el administrador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Achim Steiner, en una conferencia de prensa en Ginebra.

La idea de este mecanismo no es suplantar la ayuda humanitaria que brindan las agencias de Naciones Unidas a través de otros canales y que se centran en ayuda alimentaria y en garantizar el acceso al agua potable y otros servicios básicos, como la salud y la educación.

Steiner explicó que el fondo especial para Afganistán subvencionará pequeñas y microempresas, de preferencia dirigidas por mujeres, y dará el aporte de partida para emprendimientos, lo que permitirá que la gente tenga sus propios ingresos y reducirá la dependencia de la ayuda externa.

El programa anunciado hoy también financiará proyectos de pagos en efectivo a cambio del trabajo de personas desempleadas que sirvan de mano de obra para la rehabilitación de infraestructuras locales dañadas. Los ancianos, discapacitados y otros grupos especialmente vulnerables recibirán una subvención temporal. Sin embargo, este fondo no podrá cubrir los salarios de empleados de sectores esenciales, como la sanidad o la educación, que llevan meses sin recibir sus salarios, dijo Steiner.

“Ofrecer a las personas una fuente de ingresos, mostrarles que pueden ganar su dinero significa respetarlos y devolverles la dignidad”, comentó la directora regional para Asia Pacífico del PNUD, Kanni Wignaraja, durante la rueda de prensa.

Tras la salida de Estados Unidos y el retorno de los talibanes al poder, la crisis en Afganistán ha pasado poco a poco a un segundo plano en las preocupaciones internacionales, pero la ONU está consciente de que los próximos meses de invierno pueden ser terriblemente duros para la población.

“Este fondo complementa la financiación internacional para actividades destinadas a salvar vidas y servirá para evitar que empeore la emergencia humanitaria”, indicó Steiner.

La ONU utilizará una red de 1.500 representantes comunitarios para llevar directamente al terreno los beneficios de ese fondo, en el que espera recolectar mas de 600 millones de dólares en un año para prestar apoyo a 4,5 millones de afganos.