- Publicidad -

La narcopolítica no debe ser arma electoral

Los casos de narcopolítica que han salido a la luz en los últimos años, meses e incluso días no deberían convertirse en munición electoral ni para la oposición, que parece querer capitalizar el escándalo, ni para el oficialismo, que intenta limpiarse señalando hacia los gobiernos anteriores.

El PRM anunció en 2023 que sometería a sus precandidatos a un proceso de depuración con filtros tan serios como la Embajada de Estados Unidos, la Dirección Nacional de Control de Drogas, la Procuraduría General de la República, Participación Ciudadana y el Defensor del Pueblo.

Sin embargo, hasta hoy el país desconoce en qué terminó ese proceso. No era necesario revelar nombres, pero sí ofrecer información general que evitara las dudas que ahora pesan sobre ese anuncio.

Tampoco a los partidos de oposición les queda bien mostrarse eufóricos con este tema. “Con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados”. Ninguna organización política está exenta de que estructuras criminales intenten infiltrarse durante una campaña. Aquí, como dicen, nadie puede hacerse el ingenuo: todo se sabe.

Hoy el escrutinio recae sobre el PRM porque es quien gobierna. En 2028 podría ser cualquier otro partido, sin importar si existe o no un Ministerio Público independiente. Pero conviene recordar algo: muchos de estos casos no habrían avanzado sin la intervención de Estados Unidos. Si no, los implicados seguirán haciendo sus negocios sin preocupación alguna.

Además, ninguna de estas redes criminales nació en 2020, cuando el PRM asumió el poder. Operaban desde mucho antes. Por eso cada administración intenta justificar sus fallas culpando al pasado por haber permitido la penetración del bajo mundo en la política.

El PRM se presentó ante el país como la fuerza que venía a “salvar” la nación: los más pulcros, los más buenos y los únicos capaces de erradicar los males históricos del país. Cinco años después, esas promesas siguen sin materializarse.

La oposición, como es natural, aprovecha los errores del Gobierno y los usa a su favor. Pero cuando se trata del narcotráfico, un problema mucho más grave de lo que parece, todos los partidos deberían actuar con mayor responsabilidad. Lo sensato sería examinar con rigurosidad su militancia y dirigencia, para evitar que mañana tengan que rendir cuentas por lo que hoy fingen no ver.

Etiquetas

Egresado de la carrera de Comunicación Social, mención Periodismo, por la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA). Posee diplomados en comunicación política, periodismo de datos, periodismo digital, entre otros. Cuenta con más de 13 años de experiencia en el ejercicio periodístico, co...

Artículos Relacionados