La muerte súbita representa una verdadera epidemia para los países occidentales y es una catástrofe para las familias afectadas.
Se trata ni más ni menos que de la muerte de una persona que se encontraba aparentemente sana 1 o 2 horas antes.
Es la forma más importante de muerte cardíaca.
Un gran número de personas muere súbitamente en el mundo en este preciso instante, mientras usted lee este artículo. Tan solo en Estados Unidos afecta a 400,000 personas por año.
Afecta más a hombres
Es 4 a 6 veces más frecuente en hombres que en mujeres. Puede ocurrir en todas las edades de la vida y recibir diferentes nombres. Muerte de Cuna o muerte Blanca (en recién nacidos y niños pequeños), muerte súbita del Atleta (cuando realizan deportes, generalmente adolescentes o adultos jóvenes), muerte Inesperada (en personas que están en plena edad productiva).
Es más frecuente en mayores de 35 años y aumenta mucho la proporción de los casos a medida que aumenta la edad de la persona. Por ejemplo: ocurren de 1 a 3 casos por año cada 10,000 personas de menos de 45 años de edad, y aumenta significativamente de 94 a 136 casos por año cada 10,000 personas de más de 75 años de edad.
Aunque es más frecuente durante la realización de esfuerzo físico, puede suceder también en reposo y en las horas del sueño.
Generalmente se debe a un problema del corazón, más del 90% de los casos, aunque pueden existir otras causas mucho menos frecuentes.
Es más frecuente en personas predispuestas, dado que la muerte súbita es el paso final de una cadena de acontecimientos que conducen a la parada cardíaca, que casi siempre se debe a una arritmia cardíaca, pues generalmente se trata de un ritmo cardíaco rápido: la taquicardia ventricular o fibrilación ventricular, aunque menos frecuentemente puede ser un ritmo cardíaco lento como ser la bradicardia extrema, paros, bloqueos, la asistolia o la disociación electromecánica.
Para que se produzca la muerte súbita suelen unirse varios elementos: un corazón enfermo, sumados a otras circunstancias que actúan como gatillos y moduladores.
El problema número uno que se asocia con un desenlace fatal es el compromiso de las arterias del corazón y sus consecuencias (angina de pecho, infarto agrandamiento del corazón y retención de líquido).
Otras enfermedades del corazón pueden ser las alteraciones de la paredes del corazón (hipertrofia, displasia del ventrículo derecho, etcétera).
Aparentemente sanos
Aunque también puede suceder en corazones aparentemente sanos, pero con un funcionamiento eléctrico alterado (una especie de cortocircuitos: síndrome de Wolf-Parkinson-White, síndrome de QT largo, síndrome de Brugada, taquicardia ventricular polimorfa catecolaminérgica, síndrome de QT corto).
De acuerdo a la forma de presentación, algunas veces tienen síntomas relacionadas que puedan hacernos sospechar el riesgo elevado de muerte súbita.