La misma partitura

La misma partitura

La misma partitura

Muchos problemas en la administración pública se agravan por celos o colindancia de instituciones estatales. Los obstáculos que se ponen, de manera solapada, unas a otras son harto conocidos, pero tratados por debajo de la mesa.

El sector tránsito y transporte no es la excepción. La creación del Instituto de Tránsito Terrestre (Instrant) busca unificar las políticas de tránsito y transporte, colocándola bajo una misma dirección.

La idea es la correcta y su aplicación requiere de mucho apoyo, porque la resistencia de los actores del antiguo sistema se hará sentir.

Para poner el orden, el Intrant requiere tener control del poder coercitivo frente a los violadores de las leyes y señales de tránsito.

Por ejemplo, la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet) queda en medio de una diversidad de dirección que al final de cuenta le da la facultad de no responder a nadie.

La Amet es una institución policial, que da servicio al Instrant y con un Consejo que lo preside el Alcalde del Distrito Nacional.

La verdad es que bajo esa estructura la Amet queda de su cuenta, dependiendo del espíritu de colaboración que pueda tener su director.

Casos como esos se replican en la administración pública.

Generan celos y rebeldía.

La gerencia pública solo puede ser eficiente si, como ha dicho el Presidente de la República, todos los actores usan la misma partitura.



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