La menopausia aumenta el riesgo de padecer diversas enfermedades

La menopausia aumenta el riesgo de padecer diversas enfermedades

La menopausia aumenta el riesgo de padecer diversas enfermedades

El diagnóstico de la menopausia es clínico. Sin embargo, especialistas dicen que se pueden hacer mediciones de hormonas específicas.

La menopausia es el periodo de cese permanente de la menstruación. Este término del periodo trae consigo diversos cambios en el organismo de la mujer que pueden alterar su salud.

Francisco Álvarez Alma, ginecólogo experto en infertilidad de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), detalla que la transición perimenopáusica se refiere a los años que preceden a la menopausia y se caracteriza por el cambio de los ciclos menstruales regulares (21-38 días), a unos ciclos menstruales irregulares (más de 38 días, rara vez, menor de 21 días), esta etapa por lo general tiene una duración entre dos a ocho años.

“En la mujer normal, los folículos (lugar donde se desarrollan los óvulos, es decir, la célula reproductora femenina) y la fertilidad comienzan a disminuir a partir de los 37-38 años de edad, la menopausia aparece unos 13 años más tarde (edad promedio de 50-52 años)”, dice Álvarez.

Sin embargo, existen estudios epidemiológicos que demuestran que hasta un 10% de las mujeres puede experimentar el cese definitivo de su menstruación a la edad de 45 años, probablemente porque tenían una reserva de folículos más pequeña.

El médico, detalla que otras mujeres tienen características genéticas que las hace susceptibles de la denominada “menopausia precoz” (entre 40-45 años), estos mismos estudios han revelado que si la madre tuvo menopausia a una edad temprana, las hijas también tendrán menopausia precoz.

Álvarez explica que la transición perimenopáusica y la menopausia traen consigo un sinnúmero de cambios en todo el sistema integrado por el cerebro y las hormonas (eje neuroendocrino), donde los estrógenos (unas de las hormonas femeninas) juegan el papel más importante, ya que la disminución de sus niveles da lugar a los síntomas y consecuencias médicas propias de esta etapa.

El especialista resalta que otras hormonas como la testosterona y la progesterona tienen un papel durante la menopausia, aunque no tienen el mismo impacto en el organismo que las concentraciones bajas de estrógenos.

Aparición
El doctor especifica que la menopausia acontece de manera natural. Sin embargo, existen situaciones que pueden hacer sentir a la mujer que ya estaha aparecido. Por ejemplo, luego de una cirugía ginecológica donde son extirpados los dos ovarios, la mujer experimenta una “menopausia quirúrgica”.

Asimismo, las mujeres que padecen cáncer y son sometidas a tratamientos de quimioterapia o radioterapia experimentan una falla ovárica que podría ser permanente.

Por otro lado, hay tratamientos hormonales que son utilizados para algunas condiciones médicas como endometriosis, miomatosis uterina, entre otras, conocidos como análogos de la GnRh que causan lo que se conoce como menopausia inducida, luego que acaba el efecto del medicamento se instauran los ciclos menstruales normales.

Síntomas
Al momento de comenzar la menopausia, la mujer experimenta diversos cambios en su cuerpo. Entre ellos, el doctor cita: sofocos, alteraciones del sueño (dificultad para conciliar el sueño o despertarse muy temprano), alteraciones del estado de ánimo (ansiedad, depresión, cambios bruscos del humor), dolores musculares y articulares son los síntomas más frecuentes.

La línea de tratamientos
Algunas mujeres recibirán tratamiento médico con terapia de reemplazo hormonal, otras no.

“Es muy importante mantener asistencia médica preventiva, prevención de enfermedades cardiovasculares y osteoporosis; mantenimiento del bienestar mental y sexual; cribado del cáncer y tratamiento de problemas urológicos (incontinencia urinaria, cálculos renales, cistitis)”, concluye.

Sobre los riesgos, dice que luego de la aparición de esta condición se incrementa incluso más que en los hombres el cardiovascular (infarto, accidente cerebro-vascular) por pérdida del efecto cardio-protector de los estrógenos.



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