Manejar la economía de un país requiere tener en cuenta muchos elementos a la hora de tomar decisiones que incidan en los indicadores macroeconómicos.
Por ejemplo, ahora el Banco Central anuncia poner 25 mil millones a disposición de las instituciones de intermediación financiera para préstamos dirigidos a sectores que pueden darle un empujón final al crecimiento de la economía antes de que termine el año.
En adición se anuncia el pago temprano de la regalía pascual o salario navideño para los empleados públicos.
Hace pocas semanas también se había anunciado la reducción de 25 puntos básicos a la tasa de referencia del Banco Central.
Las medidas del Banco Central buscan abaratar el dinero y unida a la del pago del salario adicional a inicio de diciembre provocará un gran movimiento económico en el mes doce.
El pasado viernes negro fue una explosión en el comercio.
Ahora el Banco Central debe tener los cuidados de lugar para que esas medidas surtan efectos sin provocar un aumento del ritmo de crecimiento de la inflación.
Lo usual es que el crecimiento del PIB arrastre un crecimiento de la inflación, por lo que el reto es propiciar el primero y mantener controlado el segundo.
Los indicadores principales muestran una economía saludable, pero con grandes retos por el entorno nacional e internacional.
Quitando del medio el ruido de la campaña electoral, podemos afirmar que República Dominicana sigue siendo un referente de salud económica en América Latina.