Waldo Ariel Suero, recién posesionado como presidente del Colegio Médico Dominicano, se ha caracterizado por ser un fogoso vocero y defensor de su clase, ganando incluso la antipatía de sectores del Gobierno y de la sociedad.

Sin embargo, actúa apegado a sus ideas y sus criterios, aunque pudiera o no estar equivocado.

A pocos días de su juramentación ha recibido poderes para iniciar una lucha por reivindicaciones, pero se espera que el plan no implique huelgas o paralizaciones en los hospitales en perjuicio de los más empobrecidos que están obligados a protegerse con asistencialismo del Estado.

La perspectiva sobre el CMD es que en la gestión de Ariel Suero se apele al diálogo y a una mesa de entendimiento con las autoridades de la salud y del Gobierno central, como un nuevo escenario para dirimir las diferencias que existen.

La proclama del cambio

La consigna del cambio que se escucha del litoral del Partido Revolucionario Moderno (PRM) encarna el liderazgo de Luis Abinader como máxima figura política de cara a las elecciones de 2020.

Es decir, que si bien el PRM argumenta que el Partido de la Liberación Dominicana representa el pasado, entonces Abinader se oferta como el cambio.

¿Pero cuál cambio?, según se pregunta el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta. Y tiene razón porque la prédica del cambio solo se ajusta, en la actual coyuntura, a un eslogan de propaganda, no así a un enfoque gubernamental a partir de la asunción al poder de esa fuerza de la oposición, como dice Peralta.