La Lotería, sin razón de ser

La Lotería, sin razón de ser

La Lotería, sin razón de ser

No existe ninguna razón racional para que el Estado dominicano sea operador de una empresa de juegos de azar como la Lotería Nacional.

En su origen La Lotería, como se le conoce, fue fundada, en el siglo XIX, como parte de una iniciativa filantrópica para ayudar a personas necesitadas.Pero de seguro que su fundador, el padre Francisco Xavier Billini, hoy fuera el primer promotor de su cierre.

Los juegos de azar son parte de un amplio negocio privado. Y el de las loterías en particular, que se ha extendido y se hacen visibles en todo el país a través de las denominadas “bancas de apuestas”.

Desde hace mucho que el Estado debió retirarse de las funciones de operador de una lotería para convertirse en regulador.

Hoy menos que nunca se justifica, al calor de un escándalo que ha dado con un destituido administrador ante la justicia.

Como recientemente explicó su nuevo administrador general, la Lotería Nacional solo sirve para celebrar sorteos a loterías o bancas de apuestas privadas.

El Gobierno haría bien en plantearse la posibilidad de simplemente cerrar la Lotería Nacional aprovechando el proceso de reforma de la administración pública.



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