El final de año debe servir para tomar todas las precauciones necesarias con el objetivo de superar los excesos y evitar que se repitan los desenlaces trágicos de la Nochebuena, como habitualmente llamamos al 24 de diciembre.

Una fecha que como el 31, contribuye a que los dominicanos compartan con sus seres queridos que viajan desde distintas ciudades de Estados Unidos y España.

Si resulta importante ver el principio de 2020, el primero de enero, también resulta de gran importancia que se reciba en familia, sin grandes contratiempos.

En ese orden, para estos días de final de año la sociedad dominicana cuenta con el operativo de las autoridades preventivas denominado “Un pacto por la vida. Navidad segura”.

El Centro de Operaciones de Emergencia (COE) hizo el compromiso de reforzar las carreteras del país donde se produjeron los accidentes más lamentables de Navidad.

Independientemente de la importante cuota de apoyo que podrá ofrecer el COE, hay que reforzar la responsabilidad cívica que debe exhibir la ciudadanía. Y esa responsabilidad empieza por la prudencia y el control de la velocidad cuando los conductores se desplacen en sus vehículos hacia el interior.

De igual forma deben proceder cuando retornen de los lugares escogidos para pasar los últimos días del año.

Esperemos que en esta oportunidad, contrario a lo que ocurrió en Navidad, se imponga el sentido de la mesura, la moderación y la contención de los ciudadanos para mantenerse en el límite del respeto por su vida y la de los demás.