La ley de agua lleva 61 años de discusión y estudios en el Congreso Nacional, no hay forma de llegar a un consenso para su aprobación.

El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo(MEPyD) realizó en fecha 18 de abril 2021, un taller sobre Anteproyecto de la Ley de Agua de la República Dominicana que, de acuerdo al ministro de la entidad en aquella ocasión, economista Miguel Ceara Hatton, el objetivo fue para crear los contenidos para visibilizar la brecha de agua existente en nuestro país, y establecer las modificaciones a la Ley de Agua actual.

En ese evento, celebrado en la sede del MEPyD, el Ing. Gilberto Reynoso, director ejecutivo del Gabinete de Agua, al hacer uso de la palabra, declaró “nos encontramos en un punto de inflexión con respecto al agua en República Dominica, si se mantienen las actuales prácticas de gestión y uso del recurso hídrico, nos llevará a una crisis que sería difícil de revertir”.

La actual práctica de gestión del sector agua del gobierno, se mantiene igual a dos años de haber realizado esa actividad. La grave crisis de sequía estacionaria que padecemos como país, es producto de esa inercia.

Solo se nota el cambio, en la gestión de nuevos acueductos que construye el INAPA, en todo el país, así como el importante proyecto del Saneamiento del Arroyo Gurabo en Santiago, donde fue inaugurado la primera etapa.

Para que, tener una ley de agua, sin un programa adecuado sin cosecha de lluvias, como única manera de producción de agua, sin manejo de cuencas, siembras de árboles, control de fuegos forestales y embalses de las presas con sedimentaciones en más de un 50% de su capacidad y ausencias de políticas públicas del dragado de esos embalses.

La presa de Rincón en La Vega presentó las condiciones más críticas en la fuerte sequía del 2015 y lo mismo acontece ahora con esta sequia del 2023 y nada se hizo para evitarlo.

Se hace necesario la construcción de 10 nuevas presas para almacenamiento, control de avenidas y suministro de agua a la población, la agricultura y la ganadería.

Es imprescindible construir más presas y reservorios en el país para poder almacenar el agua en tiempo de lluvias, pues es alarmante que del agua de lluvias que cae en el país el 82 por ciento se va al mar, y que solo el 17% de esas precipitaciones son almacenadas en las presas existentes.

De estas presas a construir están: Monte Grande en río Yaque del Sur, Guaigüí en río Camú en La Vega, Chavón sobre río Chavón en La Romana, Boca de los Ríos en el río Guayubín en Santiago Rodríguez, Amina en río Amina de Mao, Alto Yuna en rio Yuna, en la parte alta de Bonao, Boba en río Boba en María Trinidad Sánchez, Joca en río Joca en Elías Piña, Yásica en río Yásica de Moca, Los Cocos y Don Miguel en Dajabón.