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Empatía y educación en lugar de castigo: la justicia terapéutica según la jueza Kenya Romero

La jueza encargada del Programa de Tratamiento Bajo Supervisión Judicial (PTSJ), Kenya Romero, afirmó que la empatía debe ocupar un papel crucial en la justicia terapéutica y en la prevención de delitos cometidos bajo el efecto de las drogas.

Señaló que este enfoque representa un llamado a transformar la manera en que la sociedad y el sistema judicial abordan las infracciones y los contextos de vulnerabilidad.

“No se trata solo de juzgar el acto, sino de identificar cómo el tránsito por la justicia no debe ser doloroso, sino educativo, que interiorice la conducta y permita la reincorporación”, expresó la magistrada, al destacar que la visión del PTSJ busca priorizar el desarrollo integral del individuo sobre el mero castigo.
Justicia restaurativa y medidas alternativas

La coordinadora de los Juzgados del Distrito Nacional subrayó que la discusión actual se centra en la aplicación de medidas alternativas y sanciones constructivas, entendiendo que la sociedad es plural y que no todos parten de las mismas oportunidades.

Advirtió, que además, sobre el riesgo de intervenir “desde nuestro privilegio”, recalcando la importancia de analizar el contexto social de cada persona.

“A la sociedad en general nos corresponde ser empáticos, sin caer en el paternalismo, y comprender que hay individuos que enfrentan realidades diferentes”, señaló. Para la magistrada, el cumplimiento de una sanción puede convertirse en un vehículo para la educación y el crecimiento personal.

Expansión de programas de tratamiento

En este marco, se anunció la expansión de programas de tratamiento, que se implementarán mediante acuerdos interinstitucionales, voluntariado y alianzas público-privadas.

Estos esfuerzos buscan humanizar la justicia y reconocer que el tratamiento no puede ser uniforme, sino que debe adaptarse a las necesidades particulares de cada persona.

Conocer para prevenir: un deber ciudadano

Más allá del ámbito judicial, la magistrada Romero enfatizó que la prevención es un compromiso social. Destacó la importancia de que la ciudadanía se familiarice con las problemáticas relacionadas con las drogas y las dinámicas sociales actuales.

“Para poder prevenir hay que conocer las problemáticas. Hoy, un simple ‘no a las drogas’ resulta obsoleto. Lo que necesitamos es un ‘no informado’, que detalle las consecuencias y el daño potencial”, afirmó.

En este sentido, resaltó iniciativas como la ruta de prevención de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), que ofrece orientación a jóvenes sobre centros de rehabilitación, el trabajo de las unidades caninas y métodos de detección.

“Si no se la damos nosotros, se la va a dar una persona de manera nociva”, advirtió la jueza.
Finalmente, Romero concluyó que la prevención no es solo una política pública, sino una responsabilidad de cada ciudadano: “Ser empáticos, comprender las circunstancias adversas y participar activamente en la prevención es un deber de todos”.

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Teresa Casado

Periodista y abogada con amplia experiencia cubriendo la fuente de Justicia.

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