El pasado jueves el Ministerio de Deportes (Miderec) publicó una nota para dar a conocer que desde esa entidad se ha invertido en béisbol casi 71 millones de pesos en tres años y cuatro meses.

Esa publicación lo único que hizo fue evidenciar que el ministro Francisco Camacho no tiene un asesor con experiencia de Estado que le haga poner los pies sobre la tierra con el tema del béisbol, reconocido como el deporte rey de los dominicanos.

En esa nota también se revela que en varias ocasiones le han comunicado a las federaciones deportivas nacionales que el presupuesto de esa institución está dirigido a dar prioridad a los eventos clasificatorios para los Juegos Centroamericanos y del Caribe y los Juegos Panamericanos que se celebrarán el año próximo en San Salvador y Chile, respectivamente.

Es decir, que para Miderec la próxima versión del Clásico Mundial de Béisbol, que tanto esperan los dominicanos, a celebrarse en marzo del año que viene, no es prioridad. Increíble, pero cierto. Quizás esa es la razón por la que no se entregan los pasajes aéreos para que el país vaya a los eventos internacionales y así provocar una sanción de parte la Confederación Mundial de Béisbol Softbol (WBSC) en la que excluya al país del Clásico Mundial, que no es prioridad.

El filántropo francomacorisano Rafael Rosario -Yayo- Galán, fenecido, siempre consideró al béisbol junto al turismo como las dos principales industrias sin chimenea.

Lo decía por lo siguiente: el país recibe anualmente más de RD$300 millones por concepto de impuestos que pagan las bancas de apuestas.

Además, las Grandes Ligas, siendo conservador, aportan más de US$700 millones cada año por concepto de firmas de prospectos y las operaciones de sus academias. También sumen las inversiones que hacen nuestros peloteros que militan en las Mayores.

Al traducir esto a la moneda local, es fácil asegurar que el béisbol merece tener un trato VIP, que no recibe.

En los casi dos años que tiene Camacho al frente de Miderec su principal aporte al béisbol ha sido el cambio de las luces del estadio Quisqueya, luego ha hecho muy poco por los demás estadios del país, que la mayoría están en pésimas condiciones.