Por: Teodoro Tejada
El gobierno del presidente Luis Abinader viene realizando un gran trabajo en la recuperación de la economía dominicana, llegando a niveles superiores de crecimiento por encima del año 2019, situándose por encima del 12% del PIB.
Existen grandes algarabías entre varios funcionarios del gobierno por el comportamiento de la economía 2021 y sus acostumbrados anuncios a la prensa, por ejemplo, el director General de Presupuesto, Lic. José Rijo Presbot, quien manifestó que, gracias a una mayor planificación del destino de los recursos públicos, se logró reducirse el déficit del presupuesto general del 2021 en más de RD$50,000 millones, un 3% del producto interno bruto (PIB).
De su parte el ministro de Economía Planificación y Desarrollo(MEPYD), economista Miguel Ceara Hatton, informó que, al 24 de diciembre del pasado año 2021, el crecimiento de la economía dominicana se situaba en un 12.5% y el déficit fiscal había bajado 2.1 a 2.2% del PIB, y la inversión privada al mes de septiembre significó el 59%. Además, señaló, la inversión privada alcanzó el 95% en el 2021, la cual conjuntamente con la exportación de bienes y servicios habían sido los factores importantes del crecimiento económico que ha experimentado el país y que el restante 5% correspondió a la inversión pública. Esto contradice grandemente los anuncios del Ministerio de Obras Públicas(MOPC) que exhibe grandes logros en las inversiones de las ejecuciones de sus obras.
Lo consignado en el presupuesto nacional para la inversión pública en el 2021 fue de 131 millones, y hasta octubre de ese año solo se había invertido el 35%. El presidente Abinader impartió órdenes precisas de que se debía invertir más en las obras públicas, esto produjo al final del año pasado un incremento considerable de las asignaciones para el pago de cubicaciones de ejecución de proyectos públicos.
No obstante, se dejaron de invertir 17 mil millones en construcciones públicas, una cifra alarmante y de consideración tomando en cuenta las grandes deudas que tiene el gobierno con los contratistas de obras estatales.
El Presidente Luis Abinader debe reorientar el gasto del gobierno a una mayor inversión pública en este año 2022. Si bien es cierto que la inversión privada es muy importante, no es menos cierto que, la mayor generación de empleo a nivel nacional se consigue con las construcciones de obras públicas, en vista de que las construcciones privadas se edifican más en las zonas urbanas de las grandes urbes y algunos importantes polos turístico.
Al mes de septiembre la encuesta de fuerza de trabajo daba una brecha de 7 mil empleos perdidos en el 2020 en el año del covid-19, por medio del confinamiento. Esto significa que todavía hay problemas de desempleos en el país, aunque el indicador de la Tesorería de Seguridad Social (TSS) dice que esa cifra del empleo formal perdido se recuperó totalmente en noviembre de 2021, esto hay que verlo entre comillas. La mayor cantidad de empleos se obtiene con las construcciones de obras públicas y los mismos, son muy diversos.
No se debe controlar la inversión pública con el objetivo de reducir el déficit fiscal, eso es un grave error, porque lo único que dinamiza un pueblo en desarrollo es mayor inversión en construcciones públicas.
El gobierno enfrenta los niveles inflacionarios más altos en el país, con incremento de la tasa de interés de política monetaria en 50 puntos básicos, de 3.00 % anual a 3.5% al 24 de noviembre 2021 y el 31 diciembre 2021, esa tasa de interés monetaria subió a 4.50%, que afecta directamente la inversión privada, a lo que se le suma la nueva cepa de covid-19, la Ómicron con gran facilidad de transmitir el contagio, lo que traerá una merma en la llegada de turista al país y por ende al sector turismo, a lo que hay que agregar las alzas en los niveles de precios del petróleo.
No se debe seguir con el mismo argumento de 400 escuelas que no se podían pagar por el nudo legal, ya el mismo presidente Luis Abinader ha realizado los esfuerzos necesarios para resolver ese problema, por lo que ya se tiene la Ley No. 118-21 sobre terminación de obras viales, escuelas y hospitales que se encuentran suspendidas, de fecha 1 de junio de 2021.
También se dispone de Resolución No.: IN-CGR-RCNCI-2021-021-08, del 20 de diciembre 2021 que establece las normativas que regularán la viabilidad de la aplicación y ejecución para la terminación de las obras viales, escuelas y hospitales que se encuentran suspendidas, inconclusas y declaradas de alta prioridad en la Ley No. 118-21.
Tanto la ley 118-21 y la resolución de la Contraloría General de la República, resuelven el famoso nudo legal, que para mí nunca existió, pero bien con estas normativas, una obra puede incrementar más del 25% del valor del contrato original de una obra pública, lo que le devuelve el equilibrio económico de los proyectos que especifica la ley 118-21 en su artículo 14.
Para los proyectos que no están en esa ley 118, se tiene el artículo 32, numeral 1 de la ley 340-06 y el Reglamento Núm. 637-21 Sobre el Restablecimiento del Equilibrio Económico Financiero de los Contrataos de Obras Públicas. Ya no hay excusa para pagar las cubicaciones de obras del gobierno.