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La innovación médica no llega: 9 de cada 10 terapias no están disponibles

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En América Latina, la esperanza de vida no solo se mide en años, sino también en la espera para acceder a medicamentos que podrían salvar o transformar vidas. Así lo deja en evidencia el más reciente informe WAIT 2025, que revela que los pacientes de países como Costa Rica, Guatemala, Panamá y República Dominicana deben esperar en promedio 5,6 años para recibir terapias innovadoras aprobadas por agencias internacionales como la FDA y la EMA.

Este número representa un retroceso: en 2024, la espera promedio era de 4,7 años. Ahora, el tiempo se ha extendido a 3,1 años para la aprobación local y otros 2,5 años para que el medicamento esté efectivamente disponible.

En su edición 2025, el índice analizó 403 medicamentos aprobados entre 2014 y 2024 para cinco áreas críticas: oncología, enfermedades raras, inmunológicas, neurológicas y cardiometabólicas.

El informe denuncia que, aunque estos medicamentos ya cuentan con el aval de organismos internacionales, su llegada a manos de los pacientes en la región es alarmantemente lenta. De hecho, solo el 44% está autorizado en algún país latinoamericano y apenas el 33% está disponible en el sector público, donde se atiende la mayor parte de la población.

En este mapa de esperas, Costa Rica lidera con los plazos de aprobación más extensos: 83 meses (casi 7 años), mientras que Brasil y Chile destacan por tener procesos más eficientes. República Dominicana, por su parte, presenta un tiempo de 31 meses en promedio para aprobar un medicamento, por debajo del promedio regional de 38 meses.

No obstante, el país no cuenta con datos suficientes sobre el tiempo total que tarda una terapia en estar disponible para los pacientes, lo que revela otro vacío preocupante.

“Esto podría ser apenas la punta del iceberg”, advierte el informe, al señalar que esta demora solo refleja lo que ocurre con el primer tratamiento de muchos que un paciente podría necesitar. “En el sector público, donde está la mayoría de los pacientes, el acceso es aún más limitado que en el privado”, agrega el estudio.

Y es que la aprobación de un medicamento no garantiza su disponibilidad. WAIT también analiza si existe el reembolso local del tratamiento, es decir, si el medicamento forma parte del sistema de cobertura pública o privada. Allí es donde se evidencia otro cuello de botella: el 91% de las terapias no registró mejoras frente a 2024, y solo un 9% tuvo algún avance.

Para Carmen Da Silva, directora del Clúster Fedefarma en República Dominicana y Panamá, los datos confirman lo que desde hace tiempo se discute en el sector:

“Procesos regulatorios lentos, ausencia de mecanismos de reembolso ágiles y retos logísticos siguen frenando el acceso de los pacientes a la innovación médica”. Da Silva reconoce algunos avances, especialmente con los acuerdos de compras gestionadas en Panamá y República Dominicana, pero insiste en que aún queda “mucho camino por recorrer”.

Las cifras duelen más cuando se toma en cuenta el potencial de la región. Como lo expresó Yaneth Giha, directora ejecutiva de FIFARMA:

“América Latina tiene el talento, la infraestructura y el potencial para liderar en investigación clínica e innovación. Pero ese progreso solo es real si se traduce en acceso equitativo. El verdadero impacto ocurre cuando la innovación llega a todos los pacientes, sin importar el país o su condición social”.

El informe también señala que la crisis por la COVID-19 dejó secuelas en los presupuestos de los sistemas de salud, lo que ha empeorado la situación y podría provocar más atrasos en la evaluación y aprobación de nuevas tecnologías sanitarias.

Recomendaciones clave del informe WAIT 2025:
• Coordinación entre procesos regulatorios y de financiamiento, para que los tratamientos innovadores lleguen de forma más rápida y organizada.
• Diálogo multisectorial constante, que integre a autoridades, academia, industria y pacientes para mejorar los mecanismos de acceso.
• Marcos regulatorios más transparentes y predecibles, que brinden confianza y eficiencia al sistema.
• Diseño de políticas públicas centradas en el paciente, sobre todo en áreas de alta prioridad como el cáncer y enfermedades raras.

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Dayana Acosta

Periodista dominicana con maestría en Comunicación Corporativa y Gerencia Hospitalaria y Seguridad Social. Apasionada de la investigación y de contar historias con propósito.

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