Miguel Febles
Dominicano fue aquello en lo que se convirtió el criollo cuando la orfandad lo obligó a bastarse por sí mismo aún sin fuerzas suficientes para soportar los deberes administrativos de una nación que se ha declarado independiente y articulado un Estado para manejarse en soberanía.
El criollo fue una criatura generada con el mestizaje entre europeos y aborígenes desde finales del siglo xv hasta el inicio del proceso independentista, que en Santo Domingo duró unos 50 años, como ha sido dicho en la nota uno.
Tuvo cuatro fuentes: los hijos del cruce entre español y mujeres aborígenes (la rebelión de Roldán es señalada por Marcio Veloz en Historia de la cultura dominicana: momentos formativos, Pág. 79, como el primer caso de mestizaje); los hijos de negros esclavos alzados y mujeres aborígenes en vista de que los negros africanos fueron traídos como cosas activas con Nicolás de Ovando en 1502 —carecían de derechos y cuando esto ocurre se es una cosa social— y ante la dureza del trato empezaron a escaparse a los montes (este hecho es referido por Reina Rosario en Raíces de la identidad dominicana, Pág. 90), lo que permite suponer que el cruce entre negros y mujeres aborígenes empezó temprano en La Colonia; los hijos de españoles y negras, lo que ocurrió más adelante, cuando a los negros traídos de África directamente en el inicio de la esclavización masiva les fueron traídas negras (una por cada tres negros) como una manera de retenerlos y reproducirlos; el dueño del negro se cogía a la negra, pero es de dudar que el negro se cogiera a la doña; los hijos de españoles con españolas empezó en la época de la colonización, que José Gabriel García fija con el gobierno de Ovando (Compendio de la historia de Santo Domingo, Pág. 83).
En 1503 ingresaron mujeres españolas en la colonia y estas dieron a la luz a españoles de las Indias.
Escribir criollo es decir nacido en la isla por una de estas cuatro vías.
En un caso significaba un poco menos que un metropolitano y en otros casos no valía nada desde el punto de vista de los derechos civiles. Si el criollo era blanco, era español; si era negro, era una cosa propiedad de España, carecía de personalidad; si era fruto del mestizaje entre el blanco y el negro era un mulo, criatura inmanejable que en algunos casos podía ser útil.
Muchos de los llegados de Europa y de los que nacieron de europeos en estas tierras se fueron, huyeron de la pobreza. Aquella dominicanidad de la que salió la independencia estuvo hecha de los que no quisieron o no pudieron irse a otras partes del Continente. Núñez de Cáceres, líder de aquel pronunciamiento, se fue en abril de 1822.
En el criollo y su constante cruce genético está la base de la dominicanidad; aquí no hay raza. Pero tampoco economía ni administración criollas que pudieran sostener un Estado como el que se pretendía haber fundado el 1 de diciembre de 1821 ni como el de 1844.
