Sebastián Lemba, Bartolomé de las Casas y el cacique Enriquillo simbolizan e identifican dominicanidad en el Museo Hombre. Arlenis Castillo
SANTO DOMINGO.-En la puerta de entrada, las esculturas del africano Sebastián Lemba, el cacique aborigen Enriquillo y el fray dominico de Sevilla, España, Bartolomé de las Casas dan la bienvenida a los visitantes del Museo del Hombre Dominicano, en la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte; esto no es casual.
Estas insignes figuras, de cuando llegaron los europeos a la isla en 1492 intervinieron en el proceso de la diversidad e identidad de raza que vino a ser el dominicano de hoy, además, lideraron rebeliones contra las autoridades de la isla Española por la explotación laboral de los taínos.
Esta es una de las tantas reseñas históricas que se pueden encontrar en este museo creado 1972 mediante la Ley 318 e inaugurado en octubre de 1973.
El referido centro que le permite al visitante remontarse a los orígenes de la isla , desde la colonización y la forma en que estaba dividido el territorio en cinco cacicazgos y cómo progresó, posee una variedad de piezas históricas icónica del país.
Identidad
Orli Peña Germán, investigadora histórica y encargada del Departamento de Educación del Museo del Hombre Dominicano, destacó parte de las riquezas arqueológicas y el patrimonio inmaterial que allí se alberga y conforman la identidad dominicana.
Desde la flora que adorna la jardinería en la parte exterior como la guáyiga y el higüero, la primera usada como insumo de alimento de los taínos y el higüero sobre el cual establecieron la creencia de que dentro de este evolucionaron los mares ríos y peces, figuran allí.
Contenido
La entidad, dirigida por Manuel Augusto Vargas Payano, exhibe en su primer nivel, la la trayectoria histórica de la identidad dominicana. Muestra desde la canoa en que llegaron los primeros pobladores de América del Sur, una réplica de las tres carabelas en que llegó el descubridor Cristóbal Colón a la isla; el cacique de Maguana Caonabo, y la campana que representa el catolicismo.
Igual están las herramientas con que eran esclavizados los taínos en trabajos forzados y el trapiche: primer ingenio azucarero del territorio. También se exhiben las tinajas y otras piezas usadas por los aborígenes, identificados por la guía Génesis Mateo.
Entre otras novedades se aprecian fotos-maquetas de ambientes naturales encontrados por los colonizadores, como las costas sur y nordeste, donde habían peces y manatíes; manglares y cavernas que sirvieron de refugios a los taínos y realizaban su arte rupestre. Igualmente, se destacan los rituales y costumbres alimenticias, como la elaboración del cazabe, además del fotuto, un caracol que usaban los taínos como trompeta o especie de sirena.
Mitos
El personaje Yaya era un espíritu dador de vida. Tenía un hijo llamado Yayael. Un día lo sacó de su casa por cuatro meses y, cuando regresó, le dio muerte.
Guardó sus huesos en una calabaza (higüero) y, otro día, deseoso de verlo, pidió a su esposa que le buscara la calabaza.
Cuando la abrieron, los huesos se habían convertido en peces. Otro día, los hijos comenzaron a comérselos y, al regreso de Yaya a la casa, al intentar colocar la calabaza en su lugar, salió agua. Ahí nació el mito de que surgieron mares, ríos y peces”, narró Génesis Mateo.
1-Camíes: dúhos de rituales aborígenes. 2-Mobiliario en el que resaltan los dúhos. 3-1er. trapiche de caña de azúcar. 4-Canoa en la que vinieron los primeros pobladores de Suramérica. 5-Herramientas usadas para esclavizar a los taínos.
Nuevas exposiciones
— Salas
Actualmente trabajan en el guion museográfico para habilitar piezas que, desde hace un tiempo, por motivos de la remodelación, se encontraban en reserva. El museo trabaja de martes a domingo, de 9:00 a. m. a 5:00 p. m.