
Santo Domingo.- El profesor Luciano Castillo, titular de Energía Renovable y Sistemas de Energía en la Universidad de Purdue, Estados Unidos, destacó la oportunidad que tiene República Dominicana de generar una nueva economía basada en la integración de la inteligencia artificial (IA) y los recursos renovables.
Castillo explicó que el uso de la inteligencia artificial representa una revolución que transformará drásticamente a Latinoamérica y el Caribe.
Señaló que, para competir en el mundo y garantizar la seguridad energética, es necesario planificar con anticipación el aumento de la demanda de energía que traerá consigo la expansión de los centros de datos y la economía digital, estimando que esta crecerá alrededor de un 20%.
El profesor subrayó que la calidad de vida de la población está directamente relacionada con el acceso a la energía y que los países que no puedan asegurar el suministro energético quedarán rezagados en la economía de la inteligencia artificial.
“La calidad de vida de nuestras personas es proporcional al acceso de energía que tenemos”, afirmó durante su participación en el encuentro realizado por la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE).
Castillo advirtió que no todas las energías son iguales y que el punto de distribución será crítico para sostener el crecimiento económico.
Asimismo, propuso integrar fuentes como la nuclear, solar y eólica mediante sistemas inteligentes impulsados por IA, capaces de planificar su uso y optimizar la producción.
Además, llamó la atención sobre la crisis del uso del agua para la generación de energía, una problemática que consideró urgente ante el incremento proyectado del consumo energético.
“El AI va a requerir energía y agua al 100%”, señaló, destacando la necesidad de abordar la seguridad hídrica junto a la seguridad energética.
En su presentación, Castillo mencionó que para el año 2035 se estima que el 5% de la electricidad en el Caribe y Latinoamérica será utilizada por la inteligencia artificial, mientras que los centros de datos en Estados Unidos incrementarán su demanda energética en un 168% para 2030.
El académico enfatizó también la importancia de desarrollar corredores energéticos en todo el Caribe, comparando la interconexión regional con el funcionamiento del cerebro humano.
“Cuanto más interconexión tenemos entre las neuronas, más inteligentes somos. Si aumentamos el nivel energético interconectando a República Dominicana y al Caribe, aumentamos su inteligencia y desarrollo económico”.
Castillo destacó los amplios recursos solares y eólicos disponibles en la región y propuso optimizarlos de manera conjunta para reducir los costos de almacenamiento y garantizar el suministro entre las islas.
Además, mencionó la posibilidad de interconectar no solo la energía, sino también el agua, extendiendo esta red hacia Sudamérica, Centroamérica y México.
De acuerdo con datos del Inequality Human Development Index de las Naciones Unidas, presentados por Castillo, la calidad de vida es proporcional al consumo energético.
En ese sentido, explicó que República Dominicana, con un índice aproximado de 0.55, debe avanzar hacia 0.7 para alcanzar una vida decente y reducir los niveles de desigualdad.
El profesor advirtió que las migraciones masivas en la región están relacionadas con el acceso desigual a la energía y que, si no se planifica adecuadamente la demanda futura, las tensiones geopolíticas y sociales podrían aumentar.
Por último, subrayó la necesidad de integrar la academia, el sector público y el privado para desarrollar innovaciones en tiempo real que impulsen el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y promuevan una economía basada en conocimiento, tecnología y sostenibilidad.
“La calidad de vida, la igualdad y el desarrollo económico dependen del acceso a la energía. Si queremos una economía de inteligencia artificial, debemos tener la energía ya”, concluyó.