La IA no reemplazará empleos en América Latina, dice la ONU

Santo Domingo. El progreso del desarrollo humano está experimentando una ralentización «sin precedentes», y la inteligencia artificial (IA) podría ser una oportunidad para volver a impulsarlo, si se aprovecha para potenciar las capacidades humanas.
Así lo revelaron hoy economistas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), quienes señalaron que el desarrollo humano muestra una recuperación inesperadamente débil tras la pandemia de la COVID-19: excluyendo los años 2020 y 2021, el crecimiento del desarrollo humano mundial en 2024 fue el más bajo desde 1990.
“En medio de esta agitación global, debemos explorar con urgencia nuevas formas de impulsar el desarrollo”, afirmó Pedro Conceição, director de la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD. Precisó que, a medida que la inteligencia artificial continúa avanzando rápidamente en muchos aspectos de nuestras vidas, se debería considerar su potencial para el desarrollo. Están surgiendo nuevas capacidades casi a diario y, si bien la IA no es una panacea, las decisiones que tomemos pueden reactivar el desarrollo humano y abrir nuevos caminos y posibilidades, subrayó.
Durante una rueda de prensa para presentar el informe a periodistas de la región, la ONU reveló que el estudio sobre desarrollo humano incluye los resultados de una nueva encuesta que muestra que las personas son realistas, pero esperanzadas, respecto al cambio que puede traer la IA.
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Encuesta
La mitad de los encuestados a nivel mundial cree que sus empleos podrían ser automatizados. Una proporción aún mayor seis de cada diez espera que la IA impacte positivamente en su trabajo, generando oportunidades en empleos que quizás aún no existen. Solo el 13 % de los encuestados teme que la IA pueda provocar pérdidas de empleo. En contraste, en los países con IDH bajo y medio, el 70 % espera que la IA aumente su productividad, y dos tercios anticipan utilizarla en educación, salud o trabajo en el próximo año.
Consultado sobre si la IA podría afectar el empleo, Conceição recordó que hace una década se predijo que esta tecnología reemplazaría por completo a los radiólogos.
«Se argumentaba que los sistemas de IA eran tan precisos en la lectura de imágenes médicas y en la identificación de enfermedades que los profesionales humanos ya no serían necesarios. Sin embargo, diez años después, lo que vemos es exactamente lo contrario: ¡la demanda de radiólogos está en su punto más alto y existe un déficit global de profesionales en esta área!», expresó.
¿Por qué? Porque la función de un radiólogo va mucho más allá de interpretar imágenes. Su trabajo implica al menos 30 tareas diferentes: interactuar con pacientes y colegas médicos, realizar funciones administrativas, contextualizar hallazgos con el historial clínico del paciente y tomar decisiones clínicas complejas, explicó Conceição.
Además, el uso de imágenes médicas ha crecido en múltiples especialidades, lo que ha incrementado aún más la necesidad de radiólogos, agregó.
“Esto ilustra un punto fundamental del informe: si bien la inteligencia artificial puede automatizar ciertas tareas específicas, no necesariamente reemplaza ocupaciones completas. Al contrario, muchas veces las complementa”, subrayó.
Puso otro ejemplo histórico: el de los cajeros automáticos. Se temía que eliminarían empleos en la banca, pero en realidad aumentaron la cantidad de sucursales bancarias. Los cajeros automáticos permitieron una operación más eficiente, lo que facilitó la expansión del sector.
En este contexto, indicó que el llamado es a tener una perspectiva matizada. Sí, es probable que algunas tareas se automaticen, pero esto también puede abrir nuevas oportunidades para que los trabajadores se concentren en lo que hacen mejor que la inteligencia artificial y desarrollen habilidades complementarias.
Ahora bien, este proceso no puede dejarse al azar. Es clave implementar la IA de forma que beneficie a los trabajadores. Para ello, se necesita fortalecer las instituciones laborales, garantizar que los trabajadores tengan voz en cómo se adopta esta tecnología y fomentar entornos de diálogo social.
Alta informalidad reduce aplicación de inteligencia artificial

Al referirse al mercado laboral, los analistas indicaron que la región se caracteriza por una alta informalidad, escasa participación del sector manufacturero y una gran concentración en servicios y agricultura. “Muchos de estos sectores no están directamente expuestos a los riesgos de automatización por IA”, dijo Almudena Fernández, economista jefe del PNUD para América Latina y el Caribe.
Los pocos estudios existentes indican que, en promedio, solo alrededor del 3 % de los empleos en la región estarían en riesgo de automatización total por IA. Sin embargo, un 14 % de los empleos podrían verse “aumentados” por esta tecnología. Es decir, ciertas tareas dentro de esos puestos pueden ser mejoradas con IA, aumentando la productividad sin eliminar el empleo.
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Dilenni Bonilla
Periodista egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), con diplomados en Comunicación Estratégica, Economía, Finanzas y Fondos de Pensiones.
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