Dentro del cerebro humano hay unas cavidades a las cuales se le llaman ventrículos, y por los cuales circula el líquido cefalorraquídeo o cerebroespinal (el cual se encarga de amortiguar los golpes y el impacto en el sistema nervioso central y también funciona como medio de recolección de desechos), algo parecido a un sistema de tuberías.
A la acumulación del líquido dentro de estos “tubos” (ventrículos) se le denomina hidrocefalia.
Karla Castillo, neurocirujana de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), afirma que esta condición se puede producir, ya sea, por un aumento de producción del líquido cefalorraquídeo (por ejemplo por tumores de plexo coroideo (lugar donde se produce el líquido cerebro espinal); por un déficit de reabsorción del mismo o por una obstrucción en los conductos del flujo normal del líquido de ventrículo a ventrículo.
En el contexto de un déficit en su absorción, esto se puede producir por procesos tanto infecciosos como inflamatorios los cuales producen el cierre de las granulaciones por donde se produce su reabsorción, este es el caso en la meningitis, o la tuberculosis meníngeas.
Déficit en la absorción
Este déficit en la absorción también se puede encontrar después de derrames (sangrados) intraventriculares (usualmente producidos por picos hipertensivos).
Esto se produce porque las partículas de residuos sanguíneos suelen ser de gran tamaño y bloquean las granulaciones, evitando un drenaje adecuado de líquido cefalorraquídeo, explica la especialista al hablar detalladamente del tema.
Cómo ocurre
“Hablando de hidrocefalia por una obstrucción en el flujo normal de fluido cerebroespinal, esto ocurre generalmente por una masa (la cual puede ser tanto tumoral como infecciosa) que bloquea la circulación normal del mismo. Esta se puede presentar ya sea en uno de los mismos ventrículos (cavidades cerebrales) o también en alguno de los conductos que comunica uno con otro”, refiere la experta.
El gran problema
La neurocirujana manifiesta que el principal problema que genera esta condición es que se va produciendo la acumulación de líquido cefalorraquídeo el cual va aumentando gradualmente y con eso se presenta una elevación exponencial de la presión intracraneal.
Presión intracraneal
Castillo describe que dentro del cráneo, hay una armonía entre la masa encefálica (cerebro, cerebelo y tallo cerebral), el volumen sanguíneo (cantidad de sangre encefálica en un momento dado) y el volumen de líquido cefalorraquídeo.
La presión dentro del cráneo depende de un equilibrio entre estos tres elementos, de modo que si alguno de esos aumenta de forma descontrolada causa presión que puede empujar o dañar los demás elementos. Cuando hay un aumento dañino de esta presión se le denomina hipertensión endocraneal o intracraneal.
Síntomas
La galena añade que en el caso de la hidrocefalia, esto se produce cuando hay un aumento de líquido más allá de la cantidad que el cráneo puede aguantar y manejar. “Cuando esto se produce el paciente puede presentar cefaleas (dolor de cabeza, siendo este el síntoma o signo más frecuente apareciendo casi en un 85 % de los pacientes), náuseas y vómitos (los cuales suelen ser en proyectil (dígase de un vómito que es expulsado a muy elevada presión), alteración del estado de conciencia (desmayos), convulsiones (que pueden ser parciales) cuando sólo se mueve un brazo o una pierna por ejemplo, o tónico-clónicas completas, (cuando abarcan todo el cuerpo)”, comenta la médica.
Además, agrega, que si la patología es obstructiva (por una masa ocupante de espacio) también se pueden presentar síntomas dependiendo de dónde esté ubicada la masa, como por ejemplo, déficit motor en miembros superiores o inferiores, desviación de la comisura labial y afasia (déficit en el habla o la comprensión), ptosis palpebral (párpado caído), parálisis ocular (año del tercer, cuarto o sexto nervio craneal resultando en parálisis del ojo y visión doble), descoordinación, entre otras.
Diagnóstico
El diagnóstico y la causa se identifica primeramente por la evaluación del paciente (abarcando historia clínica y examen físico) y confirmado por un estudio de imagen.
Este puede ser una tomografía de cráneo simple (preferible cuando el paciente se encuentra en mala condición general o si es hidrocefalia post sangrado intraventricular, y/o resonancia magnética cerebral (generalmente con contraste) la cual es preferible cuando el paciente está estable y con buen nivel de conciencia y sobre todo cuando se sospecha de una obstructiva.
Brinda más detalle
La doctora también refiere que este estudio es de preferencia, aclarando que si el estado de la persona lo permite, pues brinda más detalle y más definición y a la vez brinda una mejor planeación del procedimiento a realizar para tratar la patología. Finalmente dijo que Cedimat cuenta con tecnología de punta para el abordaje.