A Julio César Chávez debieran dictarle “prisión preventiva”, cuando arribe a México, tras su “payasada” frente a Saúl Canelo Álvarez el pasado sábado.

Y debe debe ser así, porque quien realiza un espectáculo que se constituyó en una “estafa” como lo fue ese “combate”.
Todo México y el resto del mundo, pagó dinero e invirtió un tiempo precioso, para observar uno de los shows más ridículos y espantosos en toda la historia del boxeo.

Todos vieron esa “vagabundería”, y no se puede ocultar informaciones, porque allí no hay cortapisas como la que implementa aquí hasta la Policía Nacional, sobre los diversos hechos.

Tampoco se verá, aunque debiera hacerlo, que la procuraduría de México implemente contra Julio . Chávez Jr., medidas de coerción, ya que, el engaño y la estafa merecen ser juzgado en los tribunales.

Sin embargo, aquí como allá seguirán registrándose casos bochornosos, no solo en deportes, sino también en política, donde habita, un grupito que engaña sin piedad a la sociedad, sin que nadie, dado que la casi totalidad pertenecen y son parte del mismo paquete, los toque ni siquiera, “ con el pétalo de una rosa”.