La gastrulación, misteriosa etapa de la gestación que consideran «momento más importante de nuestras vidas»

En 1978, el año en el que nació la primera «bebé de probeta» del mundo, los expertos en reproducción humana acordaron una regla que se impuso en todo el mundo: prohibieron el cultivo de embriones humanos in vitro más allá de los 14 días.
El objetivo era poner un límite ético al creciente campo de la investigación embrionaria y, en algunos países, ese umbral de dos semanas incluso fue inscrito en ley.
Pero ¿por qué 14 días?
El motivo es que al final de la segunda semana de gestación empieza un complicado proceso que muchos consideran el más fundamental de nuestra creación: la gastrulación, durante el cual se sientan las bases que formarán todos los órganos y tejidos de nuestro cuerpo.
Esta etapa es la que define cómo seremos físicamente y la que nos hace seres individuales e irrepetibles, ya que cuando se forma la llamada línea primitiva -dando comienzo al proceso de gastrulación- el embrión ya no puede dividirse para formar gemelos.
Este período, entre la tercera y cuarta semana de gestación, no solo es el más importante para hacer que nosotros seamos nosotros, al transformarnos de un grupo de células a un organismo individual, sino que también es el más delicado del embarazo.
Muchos abortos espontáneos suceden en ese momento y también muchas de las malformaciones congénitas que nos provocarán problemas de salud de por vida.
Es por ello que uno de los embriólogos más destacados de la historia, el británico Lewis Wolpert, quien falleció en 2021, aseguró que «no es el nacimiento, el matrimonio o la muerte, sino la gastrulación la que verdaderamente es el momento más importante de tu vida».
Un enigma
A pesar de su relevancia, esta etapa entre los 14 y 28 días de gestación todavía es considerada la caja negra del desarrollo humano, porque es la única que los científicos no han podido estudiar en sus laboratorios.
Los avances tecnológicos han permitido que se pueda observar a embriones creados in vitro durante las primeras dos semanas de gestación.
Y los expertos también han logrado reconstruir qué pasa después de los 28 días, gracias al análisis de tejidos de embriones que fueron abortados, ya sea de manera natural o voluntaria, y se donaron a la ciencia.

Pero, como explica la embrióloga argentina Felicitas Azpiroz, investigadora del grupo español Eugin, dedicado a la ciencia reproductiva, casi no se ha tenido acceso a embriones que tienen menos de un mes.
Por eso, hasta ahora no se ha podido investigar el misterioso mecanismo de la gastrulación humana, que ocurre cuando el pequeño grupo de células que forman el embrión de dos semanas se reagrupan para formar tres capas germinales, que contienen las células madre que formarán nuestro cuerpo, desde nuestro corazón y sistema nervioso hasta nuestras uñas y pelo.
Los científicos no solo han estado limitados por la regla de los 14 días, que no les permite ver qué pasa con el embrión cuando entra en la tercera semana de gestación.
También ocurre que, hasta hace poco, las capacidades tecnológicas no les permitían desarrollar un embrión humano por tanto tiempo. Pero los avances científicos, en especial en el campo de la investigación con células madre, llevaron a que esta última limitación deje de ser infranqueable.
Por ello, en mayo de 2021 un panel internacional de expertos decidió que era hora de extender ese plazo, abriendo las puertas a la posibilidad de poder estudiar qué ocurre durante la enigmática gastrulación.
La Sociedad Internacional para la Investigación de Células Madre (ISSCR, por sus siglas en inglés) definió que, bajo ciertas condiciones estrictas, se puede justificar el desarrollo de un embrión más allá de las dos semanas, pero recomendó que cada país realice su propia discusión sobre si se debe permitir este tipo de experimentos.
