Claudio Caamaño Vélez
Un niño se cae montando bicicleta, y con un cristal se hace una herida grave en el brazo. Sangrando va corriendo a donde su padre, pero este le dice: mi hijo, yo no soy médico, no puedo hacer nada por ti… ¿Que pensaríamos de ese padre? ¿Cual sería la actitud correcta?
Si él no tiene la capacidad para resolver el problema, lo correcto es que gestione la solución, llevándolo a un hospital. Pero si cuando lo lleva resulta que la enfermera se está pintando las uñas y el doctor está entretenido chateando por el celular… ¿Dejará morir a su hijo?
Un buen padre hará todo lo que tenga que hacer para que su hijo reciba las atenciones. Todo.
Así como un padre es el representante de su hijo, un diputado es el representante de su comunidad; y de igual manera como un padre vela por el bienestar de su hijo, un diputado debe velar por el bienestar de su comunidad.
Es por eso que aunque un diputado no construye canchas ni hospitales, ni asfalta calles, ni pone acueductos, etc. Si está en el deber de gestionar esos servicios, de exigirlos, e incluso de luchar junto a la comunidad si es necesario. Representar no es decir: yo represento mi comunidad porque ella me eligió. Representar es escuchar a la comunidad, trabajar por su bienestar.
Desde el Congreso Nacional vamos a dar un ejemplo de cuál es el papel de un congresista, en especial, como se lleva a cabo la función de representar. Ya lo verán.
