En los últimos meses la frontera ha recibido más recursos que en todos los tiempos, y todo esto para tratar de controlar el trasiego de personas ilegales y mercancías de contrabando.
Si sumamos la cantidad de nuevos soldados, vehículos, drones y embarcaciones empleados para controlar la zona, el resultado debería ser una frontera aburrida de tanta tranquilidad,pero lejos de ser así.