No es un secreto la pobreza extrema que se vive en la zona fronteriza, obligando a que muchos de sus habitantes tengan que emigrar para sobrevivir o, por lo menos, no dejarse morir.
Los jóvenes han perdido la perspectiva y optan por buscar oportunidades dignas en zonas con mejores condiciones y así poder contribuir a que los familiares que permanezcan en su lar nativo reciban algunos beneficios de su sacrificio. Sin embargo, la frontera, en sus cinco provincias, se queda sin dolientes.
Muchos de los lugares son ocupados por migrantes haitianos que también abusan de los recursos naturales. No existe ningún control por parte de las autoridades y la situación se agrava al paso de los años.
Campaña electoral
Sería bueno que los candidatos presidenciales que postulen los partidos presenten propuestas sin demagogia sobre la forma más viable para desarrollar la frontera y así incentivar que sus pobladores quieran retornar para explotar la tierra y aprovechar beneficios estatales.
Agua en Oviedo
En muchas ciudades del interior se escucha a diario las quejas de años por arreglos de calles y caminos vecinales, así como por la falta de agua potable.
El municipio de Oviedo, en Pedernales, es uno de los olvidados lugares de la frontera donde todavía, en pleno siglo XXI, sus moradores sufren la escasez de agua y también de la indiferencia de sus autoridades para resolver este problema. La solución es posible, pero Oviedo no le duele a nadie.