Por: Milossis Liriano
Con la llegada del Día Internacional de la Mujer salen a flote las brechas y desigualdades que viven las féminas y niñas en el ámbito de la educación, el trabajo, la salud, violencia y discriminación, históricamente en todo el mundo.
Sería mezquino decir que en República Dominicana no hemos avanzado en alguno de esos temas con los años, pero también es cierto, que falta mucho camino por recorrer para transformar una sociedad y asumir una voluntad política para cumplir con las demandas de las mujeres.
En este sentido, es necesario que desde el Estado en sus diferentes niveles e instituciones las políticas públicas con perspectiva de género sean una prioridad, como la adopción de régimen de consecuencias para alcanzar las transformaciones sociales que impliquen la desconstrucción de la desigualdad entre hombres y mujeres.
No podemos seguir trillando el mismo camino. Es conveniente despertar el interés no solo de las autoridades competentes en el tema, también del colectivo para hacer conciencia de cómo las mujeres son actoras fundamentales para el desarrollo de un país en todos los sentidos.
Creo en la fórmula de la igualdad. El reto para alcanzarla es identificar, promover y ofrecer oportunidades para el desarrollo femenino, y fomentar políticas de igualdad que se cumplan nos coloca en el trayecto de lograr ese objetivo.
Minimizar o erradicar los obstáculos a los que se tienen que enfrentar millones de mujeres en todo el mundo es lo que hace susceptible a las mujeres y niñas a padecer situaciones de discriminación, violencia y exclusión social.
Los distintos grados de avance en relación con la igualdad de género en muchos países muestran que falta mucho para el fortalecimiento de las capacidades estatales para la puesta en marcha efectiva de políticas públicas orientadas a disminuir las brechas de género.
Avanzar hacia la igualdad de género es el objetivo al que debemos aspirar como sociedad, por eso en vez de felicitar cada 8 de marzo, busquemos promover una reflexión crítica sobre los derechos humanos, sociales, económicos y políticos de las mujeres.
Nuestro país ha asumido grandes compromisos bajo tinta y papel en torno a lograr la equidad de género. Llegó el momento de cumplir, llegó el momento del cambio, ya es hora de que entendamos que cuando las mujeres son sujetas de derecho, todos se benefician.