Uno de los grandes problemas de la corrupción administrativa en nuestros países es la larga fila de personas que esperan un chance para hacer lo que critican.
La combinación de prevención y castigo severo ha sido la principal medicina aplicada por los países que han logrado avanzar en la lucha contra ese mal.
La educación y el control social complementan el éxito en el proceso de adecentamiento.
También hay una arraigada corrupción privada, aunque es menos aireada que la pública.
República Dominicana ha avanzado mucho en lo que corresponde al control social, al ordenamiento jurídico y a la prevención.
Falta que llegue con fuerza el mensaje de que no habrá impunidad.
Las autoridades del Gobierno tiene el gran reto de hacerle entender con claridad a sus colaboradores que no están dispuestas a tolerar la corrupción y que habrá consecuencias para quien se desvíe de ese predicamento.
La Justicia tiene un rol que jugar , en el marco del derecho y la seriedad.
La lucha contra la corrupción tampoco puede desvirtuarse con vanalidad y odio porque eso hace tanto daño como la corrupción misma que se persigue.
No hay que descuidarse, pues cada día se descubrirán nuevos intentos de corrupción.
