Tras concluir un programa financiado por organismos internacionales para suministrar los antirretrovirables a los portadores del VIH/sida ha empezado a sentirse ciertas deficiencias que obligan a un temprano llamado de atención.
El Gobierno ha asumido el programa con fondos del Presupuesto, pero al parecer la burocracia o la escasez de recursos ha producido retrasos en la entrega de los medicamentos requeridos para los portadores de este virus.
Las personas con VIH/sida no pueden darse el lujo de suspender su medicación, pues de ello depende que puedan desarrollar su cotidianidad en buenas condiciones de salud.
Los portadores del VIH/sida pueden desarrollar con normalidad su vida e interactuar con los demás sin riesgos si toman las medidas de lugar, entre las que se encuentra consumir los antirretrovirables.
Durante años organizaciones internacionales se ocuparon de suministrar los medicamentos para evitar que el elemento económico impidiera que estos pacientes siguieran correctamente su tratamiento.
Ya el VIH/sida está perdiendo interés para esas entidades, por lo que resultó plausible que el Estado asumiera los programas.
La escasez de esos medicamentos por falta de recursos o por excesiva burocracia atenta contra la intención gubernamental de asistir a los portadores de ese virus.
El llamado de atención es oportuno para que se tomen los correctivos antes de que se agrave y que los pacientes tengan una regresión.
