El país ha sufrido unos días amargos por la falta de un eficiente suministro de agua potable atribuida a la sequía bien conocida por la población.
A pesar de esta dificultad, la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo ha orientado a la ciudadanía de la escasez, de las previsiones asumidas por ese organismo y sobre la necesidad de racionar el uso del líquido.
Esperemos, entonces, que el servicio sea aprovechado dentro de las posibilidades de este momento y no desperdiciar el agua en asuntos que no sean de prioridad para la familia y la producción nacional.
La CAASD apuesta a la bendición divina para las lluvias y así mejorar el servicio, sorteando los inconvenientes generados por la prolongada sequía que se siente en casi todo el país.