SANTO DOMINGO.-Más del 17 % de la población mundial mayor de 20 años sufre de enfermedad renal crónica, un padecimiento que constituye una causa importante de los altos costos en los que incurren los sistemas de salud, pues los gastos en diálisis y trasplante consumen del 2 al 3% del presupuesto anual de atención médica en países de altos ingresos.
En los países de bajos y medianos ingresos, la mayoría de las personas con falla renal tienen insuficiente acceso a tratamientos de diálisis y trasplantes.
Prevalencia
Su prevalencia está aumentando y se espera que para 2040 se convierta en la quinta causa principal de muerte prematura en el planeta.
Actualmente, uno de cada cinco hombres y una de cada cuatro mujeres, entre 75-74 años de edad, tiene enfermedad renal.
Según la iniciativa global “Día Mundial del Riñón”, 850 millones de personas tienen algún grado de daño renal y una de cada 10 sufre de enfermedad o insuficiencia renal crónica (ERC) en el mundo.
La doctora Rosario Espinoza, gerente médico de Roche Centroamérica y Caribe (CAC), recordó que “esta enfermedad implica la pérdida gradual y hasta permanente de la función de los riñones, desencadenando complicaciones cardiovasculares, anemia, hipertensión, alteraciones óseas, deterioro nutricional y funcional, e inclusive, el fallecimiento.
Iniciativa
Con el fin de promover y avanzar en la prevención de la enfermedad renal, la iniciativa Día Mundial del Riñón –creada por la Sociedad Internacional de Nefrología y la Federación Internacional de Fundaciones del Riñón- se desarrolla este año bajo el lema “Salud renal para todos en todas partes: desde la prevención hasta la detección y el acceso equitativo a la atención”.
La campaña destaca la importancia de la intervención preventiva para evitar el inicio y avance de la enfermedad renal, a la vez que alerta sobre la necesidad de mejorar las políticas nacionales dirigidas a educar sobre este padecimiento. Para lograrlo, las organizaciones involucradas piden a los países medidas concretas que actúen en los tres niveles de intervención.
La prevención primaria implica educar con información sobre estilos de vida saludables, promover chequeos médicos tempranos y propiciar el control de los factores de riesgo. La secundaria se enfoca en lograr un diagnóstico temprano y un tratamiento rápido de la enfermedad renal, para evitar el desarrollo de problemas más graves.
La terciaria se produce con la ERC ya establecida por lo que el manejo de enfermedades coexistentes, es de alta prioridad.
Cuidados
— Recomendación
El cuidado de los riñones es fundamental para todas las personas, ya que estos eliminan las sustancias de desecho o toxinas producidas por el cuerpo, como sales y agua, en sus funciones normales.