La economía en la fase de estrés y riesgos

La economía en la fase de estrés y riesgos

La economía en la fase de estrés y riesgos

Daris Javier Cuevas.

*Por: Daris Javier Cuevas

Cuando en la economía se genera una situación de preocupación relacionada con un déficit en el presupuesto público, incremento sustancial del endeudamiento público, bajos niveles de crecimiento economico y estrechez de los espacios fiscales, entonces, se asiste a un escenario económico muy desfavorable.

Asi las cosas, la economía entra en un clima de incertidumbre que deriva en una ralentización de la actividad económica y un deterioro acelerado de los indicadores macroeconómicos, todo ese ambiente de angustia es lo que construye un estrés de la economía forrado de desconfianza.

Las evidencias empíricas muestran que no hay fórmulas encantadoras para superar un episodio de crisis prolongada y desgarradora de crisis económica, social y política como la vivida en todas partes del mundo en los últimos tres años, nada ha sido fácil.

En adicion, a escala global lo que se observa en la actualidad es que las economías se encuentran ante un contexto de grandes desafíos y de complicaciones en virtud de que a cada instante se incorporan elementos nocivos que atacan y expanden la crisis en cada país.

Ya es un fenómeno recurrente que las economías se enfrenten a fuertes conmociones y riesgos con repercusiones muy desfavorable para superar en el corto plazo, cuya característica principal es la duración sin una precisión de cuando finaliza.

Es por tal razón que se dificulta enfrentar esos momentos tan críticos ya que los mismos engendran un impacto espantoso en el bienestar ordinario de los consumidores, por lo que las medidas que adoptan los gobiernos suelen no surtir respuestas satisfactorias e inmediatas.

Bajo el enfoque planteado, se puede interpretar que a escala planetaria lo que se observa es una perturbación derivada de la repetición de crisis de relevancia global que están definiendo una precipitación de múltiples tragedias humanitaria cuya mayor expresión se manifiesta en conflictos bélicos, precariedad en el suministro de alimentos y niveles de precios inalcanzables.

Obviamente que esto ha tenido peligrosas consecuencias económicas y sociales con una enorme dimensión que hacen que las medidas económicas resulten insuficientes e insostenibles para ser controladas.

La incubación de riesgos en la economía resulta cada vez más acentuada, creando un entorno extremadamente vulnerable que impulsa la fragilidad en la economía y la institucionalidad. Sin lugar a dudas, tal realidad ha estado acelerando un difícil escenario que incrementa la inestabilidad en que ha caído la economía, por su exposición a incorporar mayores elementos de riesgos.

Ante las débiles respuestas de los gobiernos por la crisis económica, los organismos internacionales y las instituciones económicas locales han procurado un atenuante en los sentimientos económicos de los agentes económicos y la población en general, promoviendo el concepto de resiliencia con una frecuencia intensiva con el objetivo de que esta se entienda como el retorno a mejoras de la economia.

Pero resulta que el concepto de resiliencia económica lo que explica es la capacidad de enfrentar las adversidades posibles a la que se expone la economía y la resistencia ante los impactos de los Shocks externo.

Para la economía la resiliencia no es una variable que se puede observar, sino que se trata de una técnica empírica que permite ponderar la incapacidad de superar la fragilidad y posibilidad de que se pueda recobrar o colocarse a los niveles en que se encontraban los indicadores macroeconómicos previo a los eventos de crisis.

En efecto, se trata de que la resiliencia tiene un carácter inducido ya que su reconocimiento permite apreciar la respuesta a los fenómenos exógenos y endógenos ante las medidas monetarias y fiscales que hayan aplicado, por tanto, no se debe confundir con el ciclo economico ya que este pondera el origen y causa de la crisis económica, asi como los instrumentos que emplea la política económica para atenuar o desarticular los efectos que se han derivado de la misma.

Al fijar la mirada sobre la economía dominicana y hacer una interpretación aplicando los criterios planteados, se puede arribar a la conclusión de que esta atraviesa por momentos de preocupación extrema y ansiedad fruto de la incertidumbre que se aprecia en las finanzas públicas, el excesivo endeudamiento público.

En adición, este clima de incertidumbre se agudiza si se considera que la emisión de deuda se orienta a cubrir el faltante presupuestario y los intereses que genera la deuda, acompañado de un débil crecimiento del PIB e incremento del gasto corriente improductivo.

El estrés y riesgos en la economía tienden a trastornarse en los periodos electorales, fruto de que los gestores de la política económica pierden la capacidad de alcanzar los objetivos de estabilidad de precios y expansión del empleo.

Por igual, al plantearse la reelección del gobernante con el único objetivo de permanecer en el poder y convencido de que los electores solo votan por una reelección si los indicadores económicos son favorables, por tanto, como los resultados macroeconómicos están deteriorando la calidad de vida de los dominicanos, esto desespera al presidente Luis Abinader y esto impulsará la adopción de medidas de carácter cortoplacista que profundizan el estrés y deterioro de la economía dominicana.



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