Algunos empleados de Amazon no quieren ayudar a Donald Trump de la misma manera que los trabajadores de IBM ayudaron al régimen nazi de Adolf Hitler.
Eso es lo que aseguran en una carta que han dirigido al fundador de la compañía, Jeff Bezzos, en la que le piden que deje de venderle tecnología de reconocimiento facial y base de datos a agencias estadounidenses como ICE, el Servicio de Inmigración y Aduanas del país.
«Aprendemos de la historia y comprendemos cómo se usaron los sistemas de IBM en 1940 para ayudar a Hitler. IBM no se responsabilizó entonces y para cuando entendió su papel ya era demasiado tarde. No dejaremos que eso vuelva a ocurrir», dice el documento difundido de forma interna y publicada en varios medios.
Los trabajadores, cuyo número no se especifica, firman la misiva preocupados ante el tratamiento de los inmigrantes detenidos en la frontera de Estados Unidos y México.
«Nos negamos a construir una plataforma que otorgue más poder al ICE y nos negamos a aportar herramientas que violan los derechos humanos«.
Trump firmó la semana pasada un decreto para poner fin a la separación de menores de sus padres cuando son detenidos tras cruzar la frontera de forma ilegal, pero no el fin de las deportaciones.
Es más, este domingo el presidente de Estados Unidos dijo en Twitter que éstas deberían hacerse de forma extrajudicial.
«No podemos permitir que toda esta gente invada nuestro país. Cuando alguien entre, debemos inmediatamente sin jueces ni casos en los juzgados, devolverlos a dónde vinieron. Nuestro sistema es una broma en lo que se refiere a buena política de inmigración y ley y orden», se puede leer en el tuit.
Fin del apoyo al gobierno
Los trabajadores piden en concreto que Bezos acabe el contrato de venta del software de reconocimiento facial Rekognition a las agencias del gobierno estadounidense.
También quiere que deje de proporcionar sus servicios de computación y almacenamiento en la nube a Palantir, compañía que procesa datos e información del servicio de ICE.
El contrato para el uso de Rekognition por parte del gobierno estadounidense comenzó a finales del año pasado pero no fue hasta el pasado mes de mayo que una decena de grupos de libertades civiles alertaron de que puede ser un sistema de vigilancia masiva automatizada.
Palantir, por otro lado, lleva trabajando con el ICE desde 2014, bajo el mandato de Barack Obama, y ayuda a la agencia a administrar los datos personales necesarios para llevar a cabo deportaciones.
«Frente a esta política inmoral de EE.UU. y a su tratamiento cada vez más inhumano de refugiados e inmigrantes, más allá de esta política específica (de tolerancia cero), estamos profundamente preocupados por que Amazon esté implicada, proporcionando infraestructura y servicios que refuercen el ICE y el Departamento de Interior».
En la carta se dice que esta tecnología no solo afecta a inmigrante sino a personas y colectivos como los afroestadounidenses.
Empleados en rebelión
Los empleados de Amazon se suman así a los trabajadores de otras grandes compañías tecnológicas de Estados Unidos que han pedido a sus directivos que abandonen los contratos firmados con la administración de Trump.
La semana pasada se dio a conocer una misiva firmada por un centenar de personas que trabajan para Microsoft que también pedían a la compañía el fin de su contrato millonario con el ICE.
Hace tres meses, trabajadores de Google se negaron a contribuir a un proyecto de inteligencia artificial que servía para matar a personas con drones.