Nadie puede negar sobre el peligro que acecha este inicio de la docencia presencial. Esta preocupación se acrecienta desde que Salud Pública puso en alerta al país sobre la detección de la variante Delta, que tiene la característica de ser resistente a las vacunas.
Es decir, que no solo los padres de los alumnos que acuden a las escuelas públicas a partir de hoy deben tomar previsiones urgentes ante situaciones fuera de control, sino que Educación debe ofrecer las garantías más necesarias para el buen desenvolvimiento de las labores en los planteles.
No basta con anunciar protocolos que estarían decididos, ya que no será nada fácil tener el control de 2.8 millones de alumnos que se movilizarán cada día al nivel nacional. Estas medidas de deben ser obligatorias.