La desconsideración y el desorden abundan

La desconsideración y el desorden abundan

La desconsideración y el desorden abundan

Se puede interpretar como abuso, falta de conciencia, desconsideración al esfuerzo de las autoridades y desafío a las mismas, las acciones realizadas por muchas personas en medio de situaciones de emergencia como ocurrió antes y durante la tormenta Franklin.

El llamado del Centro de Operaciones de Emergencia, amparado en un decreto para que todo el que no tenga que salir de su casa, permaneciera reguardado para evitar situaciones lamentables, parece que fue leído, escuchado o interpretado a la inversa por parte de algunas gente que siempre buscan la manera de “comérsela”, y demostrar que están por encima del bien y del mal.

La noche del martes, fue aprovechada por jóvenes de diferentes sectores para congregarse de manera masiva en fiestas bajo las lluvias, mientras que en plena tormenta, otros desafiaban las fuertes corrientes y la acumulación de agua.

Régimen de consecuencia
Ante ese tipo de comportamiento, la actuación de las autoridades casi siempre es definida como abuso por parte de los involucrados y su entorno, sin embargo, será necesario establecer consecuencias ante el desacato a una disposición de las autoridades, como ocurre para quienes violentan la ley de tránsito o cometen otro tipo de delitos. De alguna manera habrá que comenzar a poner la casa en orden, porque sale más caro el desorden.



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